(PD).- El presidente de la Asociación de Campaneros de la Catedral de Valencia, Francesc Llop, ha elaborado, a petición del Ministerio de Cultura, un inventario de las campanas existentes en las 94 catedrales españolas, en el que aporta datos como su historia, medidas, peso y estado de conservación.
Llop ha censado un total de 1.076 campanas, «muchas más» de las que pensaba, ya que de algunas ni «sospechaba» su existencia, como las encontradas en Mallorca o Jerez de la Frontera. Además, el campanero ha captado imágenes de las mismas y grabado sus sonidos, que , junto con los resultados de su trabajo, pueden conocerse en la web de la asociación valenciana.
El inventario, según explica Llop, tiene tres finalidades: conocer, divulgar y proponer restauraciones. En este sentido, ha comentado que se ha actuado ya en rehabilitaciones en siete catedrales para «recuperar la sonoridad antigua» de sus campanas, como por ejemplo en Valencia, Castellón, Sevilla, Calahorra, Jaca, Málaga y Murcia. Y porque muchas campanas se han deteriorado por la presencia de palomas y cigüeñas en los campanarios, así como por la falta de mantenimiento.
La más antigua, la más grande…
Llop ha encontrado campanas muy antiguas que es «muy emocionante y mágico» escuchar. La más vieja es la llamada Wamba de la catedral de Oviedo, que data de 1219, seguida de la Caterina de la torre del Miguelete de la Seo de Valencia, que es de 1305. «Pensar que desde 1219 está sonando igual que ahora es algo realmente emocionante», ha segurado el campanero.
Este inventario pionero constata, asimismo, que la campana más grande que hay en una catedral de España es La Gorda, la Campana de San Eugenio de Toledo, que mide casi tres metros de diámetro y pesa 14 toneladas. Otra curiosidad de Toledo, añade Llop, es que el conjunto de campanas de su catedral es el mayor de España, y que «la más pequeña de volteo al estilo toledano es mayor que la más grande de muchas otras catedrales».
Por su parte, el Deán de la catedral de Toledo, Juan Sánchez, asegura que es «la mayor que se conoce, ni en el Vaticano o ninguna otra nación» existe alguna de similar dimensión.
El infante Don Luis Alfonso de Borbón, antiguo cardenal de Toledo, mandó hacerla en 1753 a Alejandro Gargallo, que la confeccionó en lo que hoy se conoce como la casa de la campana. Llevó dos o tres años de trabajo y sustituyó a otra campana que quisieron hacer más pequeña, pero que no daba «buen sonido». «Esta la hicieron mayor y con mejor sonido», ha aclarado Juan Sánchez.
Falta de campaneros en España
Otro de los hechos que ha comprobado Llop es la práctica inexistencia de campaneros. De las 94 catedrales estudiadas, «sólo 7 u 8 cuentan con un campanero regular», con lo cual «no sólo no hay futuro, sino que no hay presente» para la profesión, asegura.
Al respecto, ha añadido que lo que existe en la actualidad son «máquinas que hacen ruido con las campanas» pero que «no recuperan los toques tradicionales», algo que es importante porque, según Llop, cada catedral tenía su particular forma de comunicarse.
No obstante, el campanero valenciano ha explicado que en la actualidad siguen fabricándose campanas y que existe «mucho interés». El mayor cliente, ha afirmado, es la Comunidad Valenciana, donde no se concibe «una torre sin campana o una campana que no toque y voltee».
