El Viernes Santo de Nacho Duato, por J.C.Deus

La Compañía Nacional de Danza estrenó a las ocho de la tarde del Viernes Santo en el centro de Madrid, rodeada de procesiones -Jesús Nazareno de Medinaceli, Santísimo Cristo de los Alabarderos, Prcesión del Silencio, María Santísima de los Siete Dolores, Santo Entierro- recorriendo las calles adyacentes. Y lo hizo alrededor de una saeta muy sui generis, la grabada en 1973 en el Hyde Park de Londres a un vagabundo anónimo: ‘Jesus’ blood never failed me yet/ never failed me yet/ Jesus’ blood never failed me yet/ this one thing i know/ that He loves me so’. Es decir, ‘la sagre de Cristo nunca me ha fallado, es lo único que sé, que él me ama’. Seguro que fue una casualidad, seguro que Nacho Duato ni se dio cuenta. Pero quién sabe lo que significaba.

Nuestra gran CND presentó tres coreografías: Hevel, de Nacho Duato, con música original de Pedro Alcalde y Sergio Caballero, una investigación ‘sobre la fragilidad y el carácter efímero de la condición humana’; Quintettt, de William Forsythe, escenógrafo de culto internacional al que la CND juzga ‘un artista global cuya influencia y alcance rebasarán los límites de su tiempo’, y que se basaba en esa letanía a la que nos referimos. Y para terminar, White Darkness, una reposición creada por Duato en el año 2001, una de sus coreografías que más difusión y éxitos han cosechado.

Un espectáculo en tres partes que a nuestro juicio va de la oscuridad a la luz, en el orden justo y en sucesivos pasos complementarios. En la antigua poesía hebrea, la palabra “hevel” servía, como “agua”, “sombra” o “humo”, para describir la fragilidad y el carácter efímero de la condición humana. La palabra figura en el inicio del Eclesiastés (Qohelet I, 2), y la Vulgata la tradujo como “vanitas”, y de ahí “vanidad”. ‘Hevel Hevelym, hakol Hevel’, ‘Vanitas vanitatum, omnia vanitas’: la Biblia de Ferrara (1553) traduce la frase “nada de nadas, el todo nada”. Se ha traducido como “vacío” o “vapor”. Así mismo Hevel (Abel), es el segundo hijo de Adán y Eva, asesinado por su hermano Caín. De acuerdo a la historia bíblica, la suya fue la primera muerte de un ser humano.

Es pues en este sentido de nada, de vacío, en el que dice haber trabajado Duato. Pero sin embargo nos enfrenta a un paisaje que siu bien desolado, está habitado por una máquina y unos seres que mutan sin descanso. La máquina es un trozo de nave espacial a la que la salen alerones, huecos, cubiertas y formas a medida que los seres que la rodean interactúan con ella mientras mutan en arañas y reptiles, en animales desconocidos con caparazones y patas en mil combinaciones, que andan, se arrastran y trepan en todas direcciones. Recuerda a los habituales paisajes apocalípticos de después de la gran hecatombe. Y a ello colabora una música muy cinematográfica, en la que se pueden leer reminiscencias galácticas y futuristas siempre oscuras e inquietantes, una música de los compositores españoles Sergio Caballero y Pedro Alcalde, responsables de las bandas sonoras de otras producciones suyas, como Herrumbre, 17 y Alas, todas para el repertorio de la CND. Jaffar Chalabi, otro participante asiduo en el equipo artístico de Duato, ha creado la escenografía.

White Darkeness fue estrenada por la CDN en esta misma sala el 16 de noviembre de 2001 y quiere ser ‘una reflexión abierta sobre el mundo de las drogas y el efecto que éstas pueden ejercer en nuestro comportamiento social, en nuestra capacidad de comunicación con los demás y en definitiva en nuestras vidas, puramente testimonial, una invitación a la reflexión. Es ya un clásico en la danza contemporánea española y el polvo blanco que cae del cielo, que manipulan los protagonistas, es esa ‘blanca oscuridad’ del título, que por cierto quedaría mejor en español. La música es del compositor galés Kart Jenkins que está en los escenarios desde los once años, ha pasado por Soft Machine, y es autor de Adiemus – Songs of Sanctuary, una extensa obra escrita para voz, percusión y cuerda, que obtuvo un éxito sin precedentes en Europa y Japón.

Y entre ambas producciones de Duato, aparece Forsythe con su Quintett, una obra con quince años a la espalda, un testimonio vivo del forcejeo contemporáneo por superar el corsé clásico en la materia. Está basada, iluminada, por una canción religiosa titulada «Jesus blood never failed me yet», sobre la que Gabin Bryars construye una sinfonía de cuerdas envolvente. La repetición durante toda la pieza de las pocas estrofas del texto cantadas por una voz corriente de hombre mayor, un sacristán frotando los dorados del altar mayor, un parroquiano con su triste cogorza cotidiana, establece un útero donde tres hombres y dos mujeres, acompañados de un compresor vetusto y un espejo convexo de los de los cruces peligrosos, van a tejer un sugerente bordado espacial que no es más que eso, logaritmos infinitos de armonías corporales. Bryars grabó la salmodia en Hyde Park en 1973, mientras la canturreaba un vagabundo. La montó en una inifita repetición y fue añadiendo el fondo orquestal: una música difícil de olvidar dentro de la que los bailarines prosiguen su inifinito juego en un contraste realmente impactante.

Nacho Duato lleva 18 años al frente de la CND, un caso ejemplar de resistencia apartidista, una marca difícil de igualar en cualquier ámbito de nuestro país, tan dado a la envidia y la destrucción de todo lo que aspira a crear. Este último espectáculo está a la altura de una trayectoria impecable, de unos bailarines, un cuerpo de baile y un equipo técnico de alta categoría internacional. Fue un gran éxito de público. Sobresaliente. Pero porque quizás tenía algún compromiso o problema especial, Duato no subió al escenario a saludar.

¿Puedo terminar con alguna impertinencia? Hevel es demasiado oscura y oprimente. Quintett divorcia escena y sonido. White Darkeness no tiene nada que ver con los polvos blancos de la adicción. Todo ello subordinado a la hermosura general de un espectáculo para romper el caparazón de la cruda existencia cotidiana. Con impactos así cambia la óptica, y cambia el mundo para aquel afortunado que se deje arrastrar desde las raíces.

Compañía Nacional de Danza
Teatro de la Zarzuela
Madrid
Del 21 al 29 de Marzo de 2008, a las 20:00 horas (excepto lunes 24)
Domingos 23 y 30, a las 18:00 horas

PROGRAMA

Hevel
(Estreno en Madrid)
Coreografía: Nacho Duato
Música: Pedro Alcalde y Sergio Caballero
Escenografía: Jaffar Chalabi
Iluminación: Frad Fields

Quintet
Coreografía, Escenografía e Iluminación: William Forsythe
Música: Gavin Bryars (Jesus’ blood never failed me yet)
Vestuario: Stephen Galloway
Estrenado por el Ballet en el Opernhaus de Frankfurt, el 9 de Octubre de 1993
Estreno en el Teatro de La Zarzuela

White Darkness
Coreografía: Nacho Duato
Música: Kart Jenkins
Escenografía: Jaffar Chalabi
Figurines: Lourdes Frías
Iluminación: Joop Caboort

Teatro de La Zarzuela
Jovellanos, 4 – 28014 Madrid, España
Centralita: 34 91 524 54 00
Abonos y Taquillas: 34 91 524 54 10

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Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

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