Un pensador (el de Rodin) en plena calle, por J.C.Deus

CaixaForum celebra el primer aniversario de su sede en Madrid instalando en su entrada El pensador y Los seis burgueses de Calais, obras entre las más afamadas del escultor francés Auguste Rodin (París, 1840 – Meudon, 1917), al que se supone renovador de la escultura occidental y paso obligado al siglo XX. Bájese del metro de Atocha, o recorra el paseo del Prado o la calle Huertas y llegue hasta aquí. No será un paseo en balde. Una reconfortable aportación de belleza en medio de la ciudad.

La pequeña muestra forma parte del programa Arte en la calle, cuyo objetivo es sacar el arte de las salas de exposiciones, devolverlo al espacio público y provocar un diálogo con la arquitectura. Nunca mejor dicho en el caso de Rodin, que renovó el arte de la escultura, entonces preso de un academicismo adormecido, y fue siempre partidario de exponer sus esculturas al aire libre. Nunca mejor plasmado que colocando El Pensador aquí, en esta magnífica sede de Caixaforum que ha redimido una zona urbana degradada, en el famoso, ansiado y siempre pendiente de un hilo Eje Prado-Recoletos, una acción emblemática de mejora del centro histórico, un espacio urbano consagrado al arte y la cultura, y liberado para el libre paseo de los ciudadanos, que significa para la ciudad de Madrid su conexión con la auténtica vanguardia europea, la que hoy busca la calidad de vida urbana, la continuidad del pasado en un futuro a escala humana.

Quién le iba a decir a Rodin, que a casi un siglo de su muerte estas siete impresionantes esculturas suyas viajarían a la ciudad de Madrid y se instalarían en su centro, para mayor gloria de la estética, para exaltación de la belleza, para proclamar que otra ciudad es posible habitada por ciudadanos cultos del siglo XXI.

La capital española servirá por unas semanas de marco atormentado y apasionado de la obra de Rodin. La nueva plaza pública que da acceso a CaixaForum Madrid será contexto vivo para estas monumentales estatuas. Todo un lujo el contemplarlas, aunque hubiéramos preferido que el grupo de los seis ciudadanos de Calais hubiera permanecido agrupado y sin podio, ligeramente hundidos en relación al nivel del suelo como su creador quiso, y no desperdigados y aupados en plataformas tal como, por criterios que desnocemos, ha sido colocado. Pierde fuerza e intensidad.

El Pensador está fundido en bronce y fue terminado en 1880. Auguste Rodin fue ayudado para hacer esta obra por su discípulo Miguel el Asturiano. Existen más de veinte versiones en diferentes museos del mundo. Algunas son versiones ampliadas del original; otras, de diferentes proporciones.

También de Los burgueses de Calais hay varias copias por esos mundos. Además de la escultura original que se encuentra en Calais, la técnica de vaciado permite realizar varias copias a partir del molde original: se permitieron hasta doce vaciados tras la muerte de Rodin, que se encuentran en Victoria Tower Gardens a la sombra del Parlamento Británico en Londres, el Museo Rodin en Filadelfia, el Norton Simon Museum en Pasadena (California), la Universidad de Stanford en California, el Museo Metropolitano de Arte en Nueva York, el jardín de las esculturas del Museo Hirshhorn en Washington, D.C. , el Museo de Israel en Jerusalem,
el jardín de las esculturas de la National Gallery of Australia en Canberra, el Ny Carlsberg Glyptoteket en Copenhague, el Museo Nacional de Arte Occidental en Tokio y la Galería Rodin in Seúl.

QUIÉN FUE RODIN

Auguste Rodin inició su formación artística a la edad de 14 años y tras un breve periodo en una orden religiosa, volvió a trabajar y a estudiar en lo que sería su vida, la escultura. El viaje que realizó a Italia en 1875 le permitió observar a los clásicos, sobre todo a Miguel Ángel, y a partir de aquel momento se dedicó a crear sin interrupción formas eternas, como La edad de bronce, El hombre que camina o San Juan Bautista, en un universo muy personal.

A finales del siglo XIX su prestigio aumentó considerablemente y recibió el encargo de realizar una puerta monumental de bronce destinada al futuro Museo de Artes Decorativas de París. Rodin se inspiró en el imaginario de Dante para crear La Puerta del Infierno y representó escenas como la agonía de Ugolino y figuras retorcidas que simbolizaban a los condenados. Durante esa época Rodin recibió los encargos de Los burgueses de Calais o los monumentos a Victor Hugo y a Honoré de Balzac. En 1890, junto con Carrier, Puvis de Chavannes, Dalou y Meissonier, fundó la Sociedad Nacional de Bellas Artes.

El papel de Rodin en el contexto artístico de la época es muy importante. Retrató a sus amigos y a las celebridades del mundo del arte, las letras y la política. A partir de 1908 inició una serie de esculturas centradas en el movimiento del cuerpo al bailar, fascinado por la libertad de gestos y posturas. En conjunto, la obra de Rodin, situada en el cambio de siglo, ofrece una gran variedad de estilos, materiales y soportes. El artista creaba libremente, utilizando múltiples combinaciones y desarrollando conceptos originales que hoy en día siguen constituyendo una referencia para el arte contemporáneo.

EL PENSADOR

A partir de 1880, fecha del encargo de La Puerta del Infierno, Rodin pensó en incluir en la composición una figura de Dante que dominara la puerta y contemplara bajo sus pies el desarrollo de la tragedia de la Divina Comedia. Esta figura, originalmente titulada El poeta, se convirtió en El pensador. En 1904 el artista explicaba dicha transformación: «El pensador tiene su historia. En días ya lejanos ideaba La Puerta del Infierno. Frente a la puerta, sentado en una roca, Dante, absorto en una meditación profunda, concebía el plan de su poema. Detrás de él estaban Ugolino, Francesca, Paolo, todos los personajes de la Divina Comedia. Este proyecto no se llevó a cabo. Delgado, ascético, envuelto en su rígido ropaje, mi Dante, separado del conjunto, no habría tenido sentido. Siguiendo mi primera inspiración, ideé otro “pensador”, un hombre desnudo, sentado sobre una roca y retorciendo los pies. Con el puño contra los dientes, está pensando. El pensamiento fecundo se elabora lentamente en su cerebro. No es en absoluto un soñador, es un creador. Hice mi propia estatua».

En su tamaño original (71 cm de altura), El pensador, colocado bajo las Tres sombras, domina la puerta. La vigorosa musculatura, inspirada en el torso de Belvedere, y la tensión interiorizada de la escultura remiten, como casi siempre, a la lección de Miguel Ángel. Al igual que muchas figuras de La Puerta del Infierno, El pensador, en efecto, se había convertido en un tema autónomo. Fue expuesto
por primera vez en Copenhague. Tras haber sido aumentado, entre 1902 y 1904, la versión grande en yeso (181 cm de altura) fue expuesta en 1904 en Londres, y el mismo año en bronce en París.

La obra provocó bastante polémica entre los visitantes del Salón y entre la prensa. Un grupo de amigos de Rodin propuso, un poco a modo de reto, lanzar una suscripción nacional con el fin de ofrecer El pensador a la ciudad de París en su tamaño original. Rodin escogió el Panteón como lugar de exposición. La estatua fue inaugurada el 21 de abril de 1906, pero juzgada un obstáculo en ese emplazamiento, fue trasladada al Museo Rodin en 1921. Otro gran Pensador fue erigido sobre la tumba del escultor en Meudon.

LOS SEIS REHENES DE CALAIS

El episodio, uno de los más célebres de la historia de Francia, se sitúa en la Guerra de los Cien Años, en la que se enfrentaron Francia e Inglaterra. En 1347, Eduardo III sitió el puerto de Calais, en el norte de Francia, y declaró que actuaría con indulgencia si seis notables ciudadanos aceptaban entregarse ante él en camisa, con la cabeza y los pies desnudos y una cuerda al cuello, presentándole las llaves de la ciudad. Eustache de Saint-Pierre y cinco de sus compañeros aceptaron sacrificar sus vidas a fin de salvar la ciudad, pero la reina intercedió y obtuvieron el perdón.

Varios alcaldes de Calais, deseosos de conmemorar este acto insólito, pensaron en encargar una escultura que lo glorificara. Se plantearon distintos proyectos, que no tuvieron continuidad, y hasta 1884 el asunto no volvió a ser considerado. Fue entonces cuando Rodin fue escogido para realizar la obra. El primer esbozo muestra un grupo de seis héroes colocados sobre un pedestal según las normas artísticas de la época. Sin embargo, la imagen de aquellos seis hombres abatidos y resignados se alejaba de la del grupo heroico conforme a la tradición académica del siglo XIX.

Rodin trabajó intensamente en el proyecto. El gran modelo del grupo fue presentado en 1889 en la exposición Monet-Rodin y resultó ser la pieza clave de todas las expuestas. Sin embargo, el alcalde de Calais se había retirado en 1885 y el comité para el encargo de la estatua había quebrado en 1886. Además, el diseño de Rodin había evolucionado considerablemente. La propuesta que presentó de suprimir el zócalo de la estatua le acarreó grandes reproches por parte de los que la habían encargado. El escultor proponía, en efecto, una visión original, muy avanzada para su época, que infringía las normas habituales que regían la estatuaria monumental: «El grupo, para que resulte impresionante, debe colocarse al nivel del suelo, de modo que pueda penetrarse mejor en el drama».

El proyecto se reanudó en 1893. Finalmente, habiendo reunido ya los fondos, el monumento (que pesa más de dos toneladas) fue inaugurado el 3 de junio de 1895, pero, desafortunadamente, fue colocado sobre un pedestal en el centro de un pequeño jardín: «Yo quería hacer sellar mis estatuas, una tras otra, frente al Ayuntamiento de Calais, al nivel de los adoquines de la plaza, como un rosario viviente de sufrimiento y sacrificio. Creo que hubiera causado un fuerte impacto. Pero rechazaron mi proyecto e impusieron un pedestal tan poco agraciado como superfluo». Sería al término de la Segunda Guerra Mundial, cuando la ciudad respetara finalmente la voluntad del escultor y colocara el grupo al nivel del suelo.

En realidad, la idea general de Rodin de hacer participar al público, era demasiado rompedora como para no chocar con el gusto oficial de las bellas artes en la Tercera República. Si examinamos las seis figuras una por una, esta impresión no hace sino confirmarse: Eustache de Saint-Pierre, el viejo, guía con fuerza y determinación al grupo de los seis héroes; Jean d’Aire, con aire resuelto y viril, es el portador de las llaves de la ciudad que está a punto de ofrecer al rey de Inglaterra en señal de vasallaje; Andrieu d’Andres, con la cabeza entre las manos, expresa toda la desesperación del renunciamiento heroico; Pierre de Wissant muestra un momento de duda cuando se dirige junto al grupo hacia la muerte; su hermano, Jacques de Wissant, camina hacia un destino inevitable, y, por último, Jean de Fiennes, abriendo los brazos, simboliza la juventud sacrificada al acto heroico.

UN AÑO EN MADRID

Desde que CaixaForum abriera sus puertas, el 14 de febrero de 2008, los madrileños le han dispensado una gran acogida, que se refleja en los más de 1,5 millones de personas que han visitado el centro. Entre las distintas actividades organizadas por CaixaForum en estos doce primeros meses, la mayor afluencia de público corresponde a exposiciones, seguidas por actividades educativas, conciertos, actividades familiares, ciclos de humanidades y proyectos sociales.

Un vídeo promocional

Arte en la calle
Auguste Rodin en Madrid
Plaza pública de acceso a CaixaForum Madrid
Del 20 de febrero al 22 de marzo de 2009
CaixaForum Madrid
Paseo del Prado, 36
28014 Madrid

Servicio de Información
Obra Social Fundación ”la Caixa”
Tel. 902 22 30 40
De lunes a domingo, de 9 a 20 h

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Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

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