‘Las Bodas de Figaro’ tal como las quería Mozart, por J.C.Deus

El Teatro Real estrenó el 11 de julio ‘Le nozze di Figaro’ (Las bodas de Fígaro), de Wolfgang Amadeus Mozart, vendidas todas las localidades desde muchos días antes. Esta vez se trata de la exacta y completa partitura que escribió Mozart y la ambientación original del libreto de Lorenzo da Ponte. Nada de rococós centroeuropeos ni escenarios exóticos. Nada de supresión de arias y aceleraciones. Las Bodas tal como fueron, tal como son. Tres horas de cuento, de belleza, de ensoñación. Una magnífica clausura de la temporada.

La puesta en escena está dirigida por Emilio Sagi, y Jesús López Cobos figura al frente de la orquesta titular, la Sinfónica de Madrid. La dirección del Real -Antonio del Moral- quería esta vez una producción realista, con sabor español y sevillano, y Sagi quería lo mismo, lo que ya había intentado en Oviedo hace una década. Así que no hubo problemas. Mucha luz, patios, jardines, una Sevilla explendorosa que podía ser también Roma o Nápoles. Y un olor intenso, supuestamente a azahar, en el último acto. Para ello, Emilio Sagi ha contado con la colaboración en la escenografía den el último acto e Daniel Bianco, al que no ahorra elogios, considerándolo el mejor director ténico europeo actual, y el magnífico vestuario de Renata Schussheim.

El envoltorio y presentación precisos para una música que López Cobos presenta por vez primera en su concepción original entera y verdadera, en el fascimil escrito por el propio Mozart y recuperado y editado por fin y para acabar con no pocas falsas interpretaciones que se venían manejando hasta ahora. Versión íntegra en la que no se ha tocado ni una coma.

El maestro Cobos dirigió estas bodas por primera vez en Berlín en 1975 y siempre la tuvo en cartel mientras estuvo allí. Se nos presenta con un enorme libro en brazos, el primero de la edición fascimil en cinco volúmenes con la que ha tenido el placer de ensayar esta vez. Una ópera escrita por Mozart de un tirón, que sólo tiene una página corregida, con la escritura inclinada a la derecha, señal de su rauda ejecutoria. Está encantado ‘después de tantas versiones oscuras que nada tienen que ver con el espíritu de esta obra’ y se apresura a calificar de ‘muy inspirador’ ver en el escenario algo que se corresponde con este espíritu, algo que refleja exactamente la evolución de la luz diurna a lo largo de una trama que comienza con una mañana soleada y termina con la luna llena en lo alto del cielo.

Para López Cobos estamos ante ‘almas que sufren y se lamentan’, ante una tragedia disfrazada de comedia, una historia de celos y engaños que aunque termina en paz, nada deja igual. ‘Mozart elimina toda referencia política, y dirige sus pullas y provocaciones contra el público y no contra el rey’. Los cantantes tocan y la orquesta canta, no es la música acompañante del ‘bel canto’. ‘Es más facil hacer cinco Tanhausser que una Le Nozze’, afirma.

Sagi, cuando explica los por qué de esta adaptación que califica de ‘hiperrrealista’, dice que quería hacer de Sevilla un personaje más, reflejar fielmente el olor y la sensualidad de la noche sevillana. Ve en estas bodas del cazhazudo Figaro un poco del ‘alma sin sustancia española, su ocultar los problemas’. Dice no ser un devoto de las adaptaciones realistas pero que en este caso el resultado ha sido más moderno que ‘esas cosas con ganchos y hierros tan de moda’. Ve en el personaje de Querubino un reflejo del joven Mozart y considera esta obra un adelanto al Romanticismo.

Le nozze di Figaro (1786) está ambientada en una idealizada Sevilla en el siglo XVIII, en un mundo en el que las prerrogativas de la nobleza comienza a cuartearse, asomando ya el ascenso de la burguesía que empezará tres años más tarde con la toma de la Bastilla en París. Suele decirse que es una de las óperas más perfectas, divertidas y teatrales de todos los tiempos. A la novedad del libreto escrito por Da Ponte, como adaptación doméstica de la polémica comedia de Beaumarchais ‘La folle journée, ou Le mariage de Figaro’, se une una increíble riqueza de soluciones musicales de Mozart: en general, se huye del estatismo habitual del ‘dramma giocoso’ en favor de una sucesión de episodios dramáticos fuertemente unidos que podemos verificar aquí en los finales de cada acto. El argumento se adapta al emergente teatro burgués dieciochesco y aprovecha la tradición goldoniana de combinar personajes serios y nobles, cómicos y humildes junto a otros intermedios o ‘mezzi caratteri’.

La trama concentra en el espacio del alocado día de la boda de los criados Figaro y Susanna, una desmadrada serie de tramas y enredos entre sus muchos personajes con un sólo denominador común, el amor se diría antes, el sexo diremos para ser exacto, lo que vuelve loco al joven Querubino, lo que hace flaquear a Susana, lo que exalta a su condesa y lo que no termina de afectar al bueno de Figaro, que más que un macho ibérico es un italiano a lo Alberto Sordi.

Un jubiloso criado llamado Figaro prepara la estancia de su noche de bodas, el día que va a casarse con su querida Susana, criada también de la casa de los condes de Alamaviva. El señor conde abusa de su poder con todo el servicio femenino y amenaza la integridad de Susana. El paje Cherubino compite con su señor en su obsesión por las féminas hasta el punto de que el conde decide librarse de su presencia ordenándole incorporarse a su regimiento. Hay una gobernanta, Marcellina, a la que Figaro ha dado esperanzas de casorio que exige cumplimiento con la ayuda del médico de la casa, Bartolo, que tiene cuitas pendientes con Figaro. Mientras, la condesa despierta los celos del conde cuando planea una estratatagema para acabar con sus infidelidades con la complicidad de la pareja de criados. Susana fingirá que accede a las pretensiones del conde y lo citára esa noche en el jardín, pero quien acudirá sera Cherubino disfrazado de mujer, y la condesa para sorprenderle in fraganti. Además, resulta que Figaro es hijo de Marcellina y Bartolo, fíjense por donde. Tras la ceremonia de la boda entre Figaro y Susana, incluido el fandango que Mozart escribió copiando a Gluck, la cita en el jardín se convierte en un conjunto de despropósitos, con las mujeres disfrazadas una de otra, y Figaro pensando que Susana le traiciona, hasta que todo se arregla, el conde vuelve con la condesa, Cherubino se enrrolla con una joven predispuesta, Marcellina y Bartolo se acomodan, y lo más importante, Figaro y Susana inician su feliz vida conyugal y se van a la cama. Dicho así, parece hasta inteligible pero la trama es laberíntica y llena de lapsus. Sólo sirve de soporte a una sucesión de arias, duetos y composiciones de hasta siete voces, cuya belleza rivaliza insertas en una música que no desmerece un momento.

En el doble reparto que da vida a la obra se encuentran parte de los nombres más destacados en la ópera mozartiana actual, gente como Luca Pisaroni, Fabio Maria Capitanucci, Isabel Rey, Cintia Forte, Ludovic Tezier, Mariusz Kwiecien, Barbara Frittoli, Eva Mei Marina Comparato y Ketevan Kemoklidze entre otros. Los cantantes Raúl Giménez, que interpreta a Basilio, y Stefania Kaluz, que hace Marcelina, cantan las árias de sus personajes que habitualmente se cortan. Es una obra con un reparto difícil, con cinco sopranos sobre el escenario que para ser creibles deben tener cada una su propia coloratura, pero como opina Del Moral, ‘»Don Giovanni» nunca o casi nunca sale bien, mientras que «Le nozze» es muy agradecida’.

Con Le nozze di Figaro se inicia la afortunada colaboración entre Mozart y Lorenzo da Ponte. Esta “loca jornada” fue estrenada con gran éxito en el Burgtheater de Viena el 1 de mayo de 1786 y representada por primera vez en España en el Teatro Real en 1903. Se ha visto en el coliseo madrileño en dos ocasiones en su historia reciente: en la primera temporada, 1997-98, en la que estuvieron presentes los españoles Isabel Rey y Carlos Chausson, la primera como Susanna y el segundo como Figaro (quien en la presente producción será Bartolo), y en enero de la temporada 2002-2003.

Es, en cierto sentido, una ópera augural, de anticipación, decía Massimo Mila en 1979. Recoge con mano ligera, sin que lo parezca, el filón filantrópico de la ideología ilustrada que, más tarde, en Die Zauberflöte (La flatuta mágica), se formulará de modo deliberado: el mito de la naturaleza, la convicción de la bondad original del hombre, fundamento de toda concepción inmanente y progresista de la civilización. Pero el calor de la fraternidad universal, el sentido de la indestructible solidaridad humana contra todo cuanto no es humano, que pocos se hubieran atrevido a tratar explícitamente, esta religión del hombre, se manifiesta como sin saberlo en la sonriente ligereza de Le nozze di de Figaro por medio de alusiones y sutilezas, quizá de forma más eficaz y de alcance aún más universal que la teorización masónica explícita de idénticos ideales en Die Zauberflöte.

Considerado uno de los directores de escena más destacado de la actualidad en el campo de la ópera, Emilio Sagi debutó en Oviedo, su ciudad natal, con La traviata (1980) y diez años más tarde fue nombrado director artístico del Teatro de la Zarzuela, cargo que ocupó hasta 1999. De 2001 a 2005 fue director artístico del Teatro Real. En el 2006 recibió el Premio Lírico Teatro Campoamor a la mejor dirección de escena por Il barbiere di Siviglia del Teatro Real. Como creador teatral tiene en su haber más de treinta producciones, desde zarzuela barroca hasta ópera contemporánea. Ha dirigido en los más prestigiosos escenarios de Europa, Asia y América, como La Scala de Milán, La Fenice de Venecia, los teatros Comunale de Bolonia y Carlo Felice de Génova; el Nuevo Teatro Nacional de Tokio, el Colón de Buenos Aires, las óperas de San Francisco, Washington y Los Ángeles; así como el festival Rossini de Pésaro y la Volksoper de Viena. En la actualidad es director artístico del Teatro Arriaga de Bilbao. Recientemente ha dirigido Samson et Dalila en Manaos, Pan y toros en Lausana y Die Feen en París. En el Real ha dirigido Carmen, Margarita la tornera, Bastien und Bastienne, Il viaggio a Reims, Il barbiere di Siviglia, El gato con botas y Luisa Fernanda, ésta última la primera zarzuela del Real restaurado, que estuvo en Milán y Washington y fue grabada en un DVD premiado.

LE NOZZE DI FIGARO
Las bodas de Fígaro
Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791)

Opera buffa en cuatro actos
Libreto de Lorenzo da Ponte,
basado en La folle journée ou le mariage de Figaro
de Pierre-Augustin de Beaumarchais

Estrenada en el Burgtheater de Viena el 1 de mayo de 1786
Nueva producción del Teatro Real en coproducción con
la Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera (A.B.A.O.)
y con el Teatro Pérez Galdós de Las Palmas de Gran Canaria
Con la colaboración del Teatro Nacional
de Ópera y Ballet de Lituania

EQUIPO ARTÍSTICO
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Director musical Jesús López Cobos
Director de escena Emilio Sagi
Escenógrafo Daniel Bianco*
Figurinista Renata Schussheim
Iluminador Eduardo Bravo
Coreógrafa Nuria Castejón
Director del coro Peter Burian

REPARTO
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El Conde de Almaviva Ludovic Tézier (11, 13, 16, 18, 23, 26)
Mariusz Kwiecien* (12, 15, 17, 22, 25, 27)
La Condesa de Almaviva Barbara Frittoli (11, 13, 16, 18, 23, 26)
Eva Mei* (12, 15, 17, 22, 25, 27)
Susanna Isabel Rey (11, 13, 16, 18, 23, 26)
Cinzia Forte (12, 15, 17, 22, 25, 27)
Figaro Luca Pisaroni (11, 13, 16, 18, 23, 26)
Fabio Maria Capitanucci (12, 15, 17, 22, 25, 27)
Cherubino Marina Comparato* (11, 13, 16, 18, 23, 26)
Ketevan Kemoklidze* (12, 15, 17, 22, 25, 27)
Marcellina Stefania Kaluza*

Dr. Bartolo Carlos Chausson (11, 13, 15, 16, 18, 22, 23, 25, 27)
Miguel Ángel Zapater (12, 17, 26)
Basilio Raúl Giménez
Don Curzio Enrique Viana
Barbarina Soledad Cardoso
Antonio Miguel Sola

REALIZACIONES
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Escenografía Odeón Decorados
Vestuario Sastrería Cornejo y Teatro Real
Utilería Teatro Real
Calzado, pelucas
y caracterización Teatro Real

CONTINUO
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Clave Patricia Barton
Violonchelo John Paul Friedhoff

CORO Y ORQUESTA TITULAR DEL TEATRO REAL
Coro y Orquesta Sinfónica de Madrid
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Julio 11, 12, 13, 15, 16, 17, 18, 22, 23, 25, 26, 27
19.00 horas

La función del día 16 será retransmitida en directo
a cines de España y el resto del mundo vía satélite,
en formato digital y de alta definición

La función del día 23 será transmitida en directo
por Radio Clásica, de Radio Nacional de España

* Por primera vez en el Teatro Real

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Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

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