Ecos de cuando Lorca fue a Nueva York, por J.C.Deus

‘Poeta en Nueva York’ es un espectáculo coreografiado y dirigido por Blanca Li, con música de Tao Gutierrez. El apoyo del gobierno autonómico andaluz -con el vicepresidente Chaves presente el día del estreno- y un premio Max, lo habían rodeado de cierta expectación. Pero nos pareció que pesaron más sus limitaciones que sus méritos. Un intento bienintencionado de hacer dialogar al flamenco con el jazz que se queda en mediana expresión de ambas cosas. Una visión plana de un libro complejo.

Pretende inspirarse en el poemario del mismo título, pulicado en 1949 y escrito por Federico García Lorca con ocasión de su visita a la capital del mundo entre 1929 y 1930, en un momento especialmente convulso de la historia contemporánea, con un crack económico sin precedentes que parecía el fin del capitalismo, mientras fascismo y comunismo se aprestaban a luchar por crear utopías desde sus cenizas, una lucha demencial cuyo resultado fue la segunda guerra mundial y una contaminación mental que aún no se ha disipado.

Para un jovencito provinciano, como era el poeta entonces, el encontronazo con Nueva York fue tremebundo, y hay que decir que no pudo resolverlo con prestancia, preso como estaba de numerosos clichés y prejuicios en el plano intelectual, y onnubilado por el surrealismo en el plano formal. ‘Se ve inmerso en un universo muy ajeno a su Granada natal, a sus temáticas habituales y a sus puntos de referencia’, explicarán los críticos. ¿Cómo era la visión de Nueva York de Lorca?: “Arquitectura extrahumana y ritmo furioso. Geometría y angustia. En una primera ojeada, el ritmo puede parecer alegría, pero se comprende aquella típica angustia vacía que se hace perdonable, por evasión, hasta el crimen y el bandidaje…. Yo, solo y errante… ni una sola persona tiene tiempo de mirar una nube… Y me encuentro con los negros, pese a quien pese, son lo más espiritual y lo más delicado de aquel mundo. Lo impresionante por frío y por cruel es Wall Street … tuve la suerte de ver por mis ojos el último “crack” en que se perdieron varios billones de dólares, un espectáculo terrible pero sin grandeza … puentes, barcos, ferrocarriles y hombres los veo encadenados y sordos; encadenados por un sistema económico cruel al que pronto habrá que cortar el cuello, y sordos por sobra de disciplina y falta de la imprescindible dosis de locura.” (Extractos de una conferencia sobre Poeta en NY, 1931-1936).

El poeta en este libro exhibe sus prejuicios, su desinformación y desconocimiento, su estado anímico deprimido, sus decepciones sentimentales, las dificultades de su sexualidad, la añoranza de la infancia. Tiene enorme influencia de Walt Whitman. Su surrealismo programático oculta dificultades insalvables para captar lo que ve, y esas metáforas hoy resultan casi patéticas. El libro tiene admiradores y detractores, cosas muy buenas y cosas lamentables. Pero de su vena poética no ha subsistido casi nada en el espectáculo de Blanca Li, trozos del texto a veces ininteligibles y a veces deplorables, imágenes tópicas y como gran metáfora, muchas maletas cruzando el escenario.

¿Cómo explica el espectáculo su autora?: ‘Coreografía y música parten de este universo lorquiano, y buscan la evocación del mismo, más que la mera narración, con pocas referencias explícitas al texto, en ambientes con reflejos metálicos, confrontación entre la naturaleza y la tecnología, un espectáculo multidisciplinar y apasionado, en un sueño sobre Lorca, Granada y Nueva York juntos’. En todo ello afortunadamente los cantos de Carmen Linares actúan como bálsamos calmantes (una vez más el cante al rescate de todo lo demás), todo lo contrario que las músicas triviales con las que Rob-Li intenta la contrapartida yanqui. Blanca baila solamente una vez y su pieza es de lo mejor del espectáculo. El cuerpo de baile está correcto en coreografías regulares. Hay mucha espectacularidad, mucha sangre y mucha agua; pero hay poco sentimiento. Hay mucho ruido y zapateados martilleantes, pero poco duende.

Lorca iba a impartir unas conferencias a Cuba y Nueva York, un escape para huir de los dilemas que le atormentaban y darse un respiro: había roto su relación con el escultor Emilio Aladrén, e iniciado su distanciamiento de Salvador Dalí, que junto a Luis Buñuel filmará entonces ‘Un perro andaluz’ en clara alusión al granadino. Acababa de escribir a sus padres: “Yo no quiero de ninguna manera que estéis indignados conmigo. Esto me apena. Yo no tengo culpa de muchas cosas mías. La culpa es de la vida y de las luchas, crisis y conflictos de orden moral que yo tengo”.

‘Poeta en Nueva York’ es uno de los libros más estudiados de la literatura española, aunque siempre dejando de lado sus aspectos más polémicos, como estos versos por ejemplo, que usted seguro que no conocía:

‘Pero sí contra vosotros, maricas de las ciudades,
de carne tumefacta y pensamiento inmundo,
madres de lodo, arpías, enemigos sin sueño
del Amor que reparte coronas de alegría.

‘¡Maricas de todo el mundo, asesinos de palomas!
Esclavos de la mujer, perras de sus tocadores,
abiertos en las plazas con fiebre de abanico
o emboscadas en yertos paisajes de cicuta.

‘¡No haya cuartel! La muerte
mana de vuestros ojos
y agrupa flores grises en la orilla del cieno.
¡No haya cuartel! ¡Alerta!
Que los confundidos, los puros,
los clásicos, los señalados, los suplicantes
os cierren las puertas de la bacanal’.

Encabezando el reparto, junto a Carmen Linares y Rob-Li al cante, figura Andrés Marín al baile en una encarnación del personaje que contribuye esencialmente a los problemas de la pieza. Un grupo de 18 bailarines ‘se adentran en las palabras y las imágenes, buscando con sus movimientos hallar el aliento mismo del poeta’. Creemos sinceramente que no lo encuentran. ‘Y la música se asoma a las palabras partiendo de dos lenguajes: el flamenco como una encarnación del poeta, sus coordenadas y su pasado, y el jazz como reflejo emocional de la urbe que le rodea, Nueva York’. Pero el flamenco ‘de fusión’ que se nos ofrece con mucha flauta y poco gusto, patentiza la agonía de ese intento histórico que ha quedado en el grupo Triana y pare usted de contar. El jazz seleccionado es decepcionante en su mediocridad.

En general este ‘Poeta en Nueva York’ parece un musical del montón. Blanca Li ha tenido su oportunidad como coreógrafa en la Ópera de París, en el Metropolitan Ópera de Nueva York y en la Opera Cómica de Berlín. Es Premio Manuel de Falla (2004), Oficial de las Artes y las Letras en Francia (2007), y Medalla de Oro de las Bellas Artes en España (2009). Pero ha hecho una obra de encargo que no está a su altura ni a la del -cuanto más sacralizado, más trivializado y tergiversado- objeto de este nuevo homenaje fallido.

Al final, los sones y los bailes cubanos nos rescatan del naufragio. Entiéndasenos. El público puede pasar un buen rato si acepta el nefasto sonido de los recitales amplificados a todo altavoz, si olvida mucha danza contemporánea, si no ha repasado el libro y si del flamenco tiene una visión lúdica por no decir aflamencada. Pero si se busca la excelencia, hay que marcar las distancias. Esperamos más de Blanca Li en su intento de llevar el flamenco hasta los dominios de su maestra Marta Graham que en paz descanse. Lo esperamos porque su único baile es lo mejor del espectáculo. Todo lo demás es demasiado convencional para ser ponderado.

Más información sobre Poeta en Nueva York:
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POETA EN NUEVA YORK
CENTRO ANDALUZ DE DANZA
COMPAÑÍA BLANCA LI
Sala Roja de los Teatros del Canal
Concepción, dirección y coreografía: Blanca Li /
Música original y dirección musical: Tao Gutiérrez /
Escenografía: Pierre Attrait /
Luces: Jacques Chatelet /
Vídeo: Charles Carcopino /
Vestuario: Paco Delgado /
Dramaturgia: Blanca Li, Pierre Attrait y Tao Gutiérrez /
Arreglos musicales: Tao Gutiérrez y Gherardo Catanzaro /

Bailarines solistas: Blanca Li y Andrés Marín /
Cante: Carmen Linares y Rob-Li /
Poemas recitados: Javier Viana /

Música: Rafael Águila, saxo y flauta; Enrico Barbaro, bajo; Gherardo Catanzaro, teclado; Salvador Gutiérrez, guitarra; Tao Gutiérrez, percusión; Nicasio Moreno, chelo; David Tavares, guitarra; Javier Viana, percusión /

FECHA:18 al 28 de febrero
HORARIO: de martes a viernes 20.00h, sabados a las 19.00 y a las 22.00 y domingos 19.00h
PRECIOS: martes, miércoles y sábado sesión de 22h: butaca de platea 25€, butaca de anfiteatro 20€. Jueves, viernes, sábados sesión de 19h y domingos butaca de platea 30€, butaca de anfiteatro 25€.

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Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

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