PSOE y PP estaban de acuerdo en lo básico, aunque se está a punto de cumplir el vaticinio de Murcia: dejar las cosas como están
Pese a la controversia creada entorno al nuevo Estatuto de Castilla-La Mancha a costa del trasvase Tajo-Segura, lo cierto es que la explotación de la cuenca cedente se determinará en el plan de cuenca que el próximo mes se comenzará a debatir a propuesta de la Confederación Hidrográfica del Tajo. Mientras tanto, socialistas y «populares» cruzan acusaciones que enredan la información, lo que ha generado la indignación de los colectivos que defienden los derechos ribereños y que recuerdan que las verdaderas intenciones de cada cual se deben mostrar claramente a la hora de aprobar el citado plan de cuenca.
En un argumentado artículo del diario La Verdad de Albacete reproducido por PD, se vaticinaba, días antes (15 de abril) del debate del nuevo Estatuto en el Congreso de los Diputados (21 de abril), que la intención real del presidente de la Junta de Comunidades, José María Barreda, era retirar el texto.
«Por la banda de los optimistas circulaba ayer la teoría -no descabellada-, de que el PSOE ha querido forzar al máximo el texto del Estatuto para facilitar su retirada, poniéndolo lo más negro posible para el futuro del Trasvase con la intención de que el PP no lo apoye.»
El redactor de la información, Manuel Buitrago, demuestra en el siguiente párrafo disfrutar de fuentes de absoluta solvencia cuando baraja lo siguiente y da completamente en la diana.
«El siguiente paso sería convocar un Pleno en las Cortes de Castilla-La Mancha, probablemente al día siguiente de la Comisión, para solicitar formalmente la retirada del texto y cargar toda la responsabilidad del fracaso en el PP. Barreda se quita el peso de encima, dice que ha hecho todo lo humanamente posible y que ha sido Cospedal quien no ha querido apoyarlo presionada por Valcárcel y Camps. Y santas pascuas.»
Remata su hipótesis, absolutamente confirmada por los hechos, con datos confidenciales referidos al presidente de la Comisión Constitucional, Alfonso Guerra.
«Otros ven, desde una aparente distancia, puro teatro parlamentario que no perjudicará al Trasvase. Ya se verá. Lo mejor es lo de Alfonso Guerra. De entrada, el año pasado rechazó que hubiera fecha de caducidad. Antes de Semana Santa, propuso atrasar la Ponencia por el desacuerdo PSOE-PP, que no le agrada en absoluto para un Estatuto de Autonomía. El otro día comentó, al parecer, que un texto como éste no podía llegar así a las Cortes Generales cuando había sido fruto del consenso entre dos aspirantes a la presidencia de Castilla-La Mancha: Barreda y Cospedal.»
A día de hoy el nuevo Estatuto está aprobado en comisión con los votos del PSOE, por lo que debería pasar al pleno de las Cortes, cosa que no ocurrirá porque inmediatamente después de la votación, el propio Barreda cumplió lo predicho por el periodista Buitrago y anunció que su partido, mayoritario en las Cortes regionales lo retirará, es decir, lo enviará a la papelera contra la opinión del PP, que pedirá que continúe su tramitación.
No a los trasvases a La Mancha
La Plataforma en Defensa de los ríos Tajo y Alberche, acreditada por haber organizado la manifestación que reunió a 40.000 personas en junio del pasado año, insistieron, en rueda de prensa de la que informa Efe, en que si el Plan de Cuenca del Tajo incluye un caudal ecológico del río a su paso por Aranjuez, Toledo y Talavera de la Reina, el trasvase habrá terminado.
Los portavoces, Miguel Méndez y Miguel Ángel Sánchez, mostraron su indignación por la desviación del debate, que no está en lo que diga el Estatuto, sino en lo que determine el plan de cuenca, donde los políticos deberán expresar sus auténticas intenciones. «Si los políticos no defienden estos caudales ecológicos, estarán traicionando a los ciudadanos de Castilla-La Mancha», afirmaron.
La Plataforma no estaba satisfecha con el documento final de reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha porque no establecía una fecha de fin del trasvase y porque fijaba una reserva de agua para Castilla-La Mancha, pero no para la cuenca del Tajo. Esta reserva de agua para la comunidad autónoma, pero no para la propia cuenca, equivale a permitir trasvasar agua del Tajo a otras zonas de la región como los viñedos de Ciudad Real, algo que esta Plataforma siempre ha rechazado.
Este colectivo exige que el agua del Tajo se quede en esta cuenca y, por eso, su principal objetivo es perseguir un Plan de Cuenca que establezca caudales ecológicos en Aranjuez (Madrid), Toledo y Talavera y permita controlar a diario el caudal en Talavera, lo que hoy no sucede.
La Plataforma sabe que un caudal ecológico de 70, 50 y 25 metros cúbicos por segundo de agua en Aranjuez, Toledo y Talavera de la Reina, respectivamente, supone acabar con el trasvase porque en los pantanos de cabecera debería haber agua suficiente para cumplir estos compromisos hídricos y no quedaría agua para el trasvase.
Miguel Ángel Sánchez dijo que la Junta de Castilla-La Mancha «ya está tardando» en fijar el caudal ecológico del Tajo a su paso por Toledo y Talavera de la Reina, y ha pedido a la administración autonómica «tanto empeño» en conseguir un buen Plan de Cuenca como ha puesto en el Estatuto de Autonomía.