Lo que Bono esta diciendo es que el Supremo ha procedido contra Garzón por razonas ideológicas
El periódico de Pedrojota tardó quince días en exigir explicaciones a José Bono por la forma en que construyó su patrimonio inmobiliario, y casi un mes en atacarle por apoyar al juez Baltasar Garzón. Tras no decir ni una palabra cuando se socorrieron mutuamente en en la presentación del libro ‘Rojos en la Red’, ahora le ataca por su ‘venenoso’ apoyo en El País.
Con el título Bono injuria al Supremo en defensa de Garzón, este lunes El Mundo le dedica a José Bono su editorial por el artículo– Garzón, un hombre decente–publicado un día ante por éste en El País en apoyo a Garzón.
«El artículo publicado ayer en El País por Jose Bono, presidente del Congreso, sobrepasa todo lo tolerable y se inscribe dentro del terreno de las injurias al Tribunal Supremo y al Consejo del Poder Judicial.
Bono ha pasado de la imprudencia de los ostentosos abrazos a Garzón a las insinuaciones intolerables contra esas dos instituciones, a las que equipara sutilmente con la Falange y la extrema derecha.
Todo el artículo de Bono destila puro veneno puesto que contrapone la actuación de Garzón, al que presenta como un juez que ha rendido extraordinarios servicios a la patria, con la mezquina actitud de los jueces del Supremo.
«Luego escribe: hoy estoy triste porque han ganado tus denunciantes, los que viven del odio» Y acaba su artículo diciendo: Ah! y que Dios ayude porque el diablo trabaja duro contra ti. […] Bono deja deliberadamente una ambigüedad calculada para que los lectores saquen la conclusión de que el diablo es el Supremo.
Tu suerte hubiera sido la misma si tu empeño hubiera caminado ideológicamente en sentido contrario. Lo que Bono esta diciendo es que el Supremo ha procedido contra Garzón por razonas ideológicas.
Sólo Bono sabe las razones que le han llevado a escribir este panfleto denigratorio e infamante, impropio de la tercera autoridad del Estado, que socava a los principios más básicos de una democracia y que merecería una reprobación parlamentaria.
Cabe suponer que, en unos momentos en los que se cuestiona el origen de su fortuna, ha querido hacer un guiño a la izquierda, para demostrar que es de los suyos.