Nunca llegó la rectificación del Ministerio de Defensa

Corpus: otra trola de Barreda y la imposible traición de su íntima amiga Chacón

Los matrimonios Barreda-Díez de Baldeón y Barroso-Chacón se frecuentan con asiduidad

La normativa de Chacón respecto a honores militares podría ser inconstitucional

El PSOE eligió el Corpus Christi de Toledo para consumar otra de sus radicales y extremistas decisiones, y para ello montaron un teatrillo improbable, en el que Barreda ha sido sorprendido en otra falta a la verdad basándose en una no menos posible traición de la ministra de Defensa, su íntima amiga Carme Chacón.

La ministra, dedicada al desarme de los Ejércitos mientras los envía a los más crudos escenarios de guerra, se sacó de la manga una normativa, presumiblemente inconstitucional, por la que se reduce la rendición de honores militares, singularmente significativos en los referidos a los actos religiosos.

Ante la polémica que surgió en Toledo -referencia mundial de la celebración del Corpus-, el presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, que participa en la procesión tradicionalmente, salió a templar gaitas. Primero, se acogió a las palabras del arzobispo, Braulio Rodríguez, respecto a lo único que podía decir el prelado: que lo importante es el Santísimo Sacramento. Y añadió a continuación el presidente lo que luego se demostraría que es una trola.

Dijo Barreda que Carme Chacón daría permiso especial para que en el caso del Corpus los cadetes de las Academia de Infantería rindiesen honores con sable, no con fusiles como ha venido siendo tradicional. La mentira caló tanto, que en la Academia se ensayó el acto con armamento y hasta que la formación militar tuvo que salir hacía la Catedral Primada, se espero, inútilmente, que llegase una orden oficial de Madrid permitiendo mantener la antigua tradición.

Al final, los cadetes esperaron la salida de la Custodia de Arfe. El himno nacional lo interpretó no la banda militar de la Academia, como era costumbre, sino la Banda Municipal de Toledo, y el único sable que se vio en posición de saludo fue el del oficial jefe de la formación de cadetes, mientras éstos se mantenían en posición de firmes.

Ni permiso especial ni respeto al acto más importante de la Iglesia, el homenaje al Santísimo, ni a la vieja vinculación de los toledanos con el Ejército. Lo notó Barreda, que a lo largo de la procesión fue aludido por algunas personas en este sentido. Luego, la manifestación popular de apoyo a los militares se expresó claramente en el desfile que tras la procesión recorre el cetro histórico de Toledo.

Una antigua amistad

Y es que resulta que José María Barreda y su esposa, la diputada nacional socialista Clementina Díez de Baldeón, son muy amigos de Carmen Chacón y su cónyuge el periodista Miguel Barroso, que de 2004 a 2005 fue secretario de Estado de Comunicación del Gobierno de Rodríguez Zapatero.

Su amistad es tan estrecha que suelen salir a cenar juntos por Madrid, donde ambos matrimonios tienen sus viviendas habituales, por lo que resulta improbable que Barreda fuese sorprendido por la decisión de la ministra, o que Chacón le engañase asegurándole que enviaría a la Academia de Toledo una orden rectificando la norma que ella misma había dictado.

El resultado es un hondo malestar entre los toledanos en general, entre los militares y sus familiares. Por que independientemente de las creencias de cada cual, la presencia militar siempre ha sido parte esencial de la vistosidad de la procesión, y su presencia, como la del resto de participantes, no ha buscado más que dar mayor realce al acontecimiento que es seña de identidad de la capital castellano-manchega.

¿Respetan la Constitución?

Las órdenes de la cada vez más desprestigiada ministra de Defensa, puede ser incluso inconstitucional. El punto tercero del artículo 16 del Texto Fundamental dice que «Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones».

En este caso, ni el Gobierno nacional ni el autonómico han mostrado voluntad de colaborar siquiera con un gesto tan mínimo como dejar que una banda militar interprete el himno nacional y que una pequeña unidad de cadetes rinda honores al principal símbolo del cristianismo. Más en un momento en que una ciudad tan vinculada con la historia militar de España recobraba el jueves como fecha única de celebración del Corpus. Ganas de ofender innecesariamente. Entre Chacón y Barreda han hecho unos cuantos amigos más en Castilla-La Mancha.

 

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