José Antonio Navas en ABC: “Operación calamar en CCM”

“El PP no debe convertirse en cómplice necesario del Gobierno Barreda”

El presidente de la Junta “necesita dar carpetazo a las sospechas sobre la caja”

“El PP no debe convertirse en cómplice necesario del Gobierno Barreda”
José Antonio Navas

... hipotecan de manera decisiva las expectativas del PSOE en la comunidad y pueden convertirse en la tumba política del actual presidente regional

Que el presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, el socialista José María Barreda, necesita dar carpetazo al feo asunto de Caja Castilla-La Mancha, lo resalta José Antonio Navas en un artículo titulado «Operación calamar en CCM» que publica el diario ABC.

Este miércoles se reúne la asamblea de la entidad en Cuenca para decidir la venta de la entidad castellanomanchega a Cajastur y firmar así su defunción, a ser posible sin que se sepa a ciencia cierta que aspectos de la gestión llevaron a la quiebra y alcanzar notoriedad internacional, no por su brillante trayectoria, sino porque, hasta la fecha, es la única caja intervenida por el Banco de España.

Son ya 16 meses los transcurridos desde que Miguel Ángel Fernández Ordóñez se echó la manta a la cabeza con la intervención de la Caja Castilla-La Mancha, un momento cumbre en la definición de una crisis financiera entendida como la madre de todas las penurias habidas y por haber.

Navas señala que Barreda está necesitado de todos los apoyos para dar carpetazo a este feo asunto, y necesita esencialmente los del PP y sus consejeros en la entidad.

José María Barreda necesita acumular sobrados apoyos para dar carpetazo a las sospechas que ensucian la gestión del antiguo equipo de gobierno socialista de Caja Castilla-La Mancha. Los créditos multimillonarios a los amigos Díaz de Mera, Méndez Pozo y Aurelio González, las aventuras faraónicas a golpe de ladrillo y el urbanismo salvaje desarrollado en proyectos como el Reino de Don Quijote o el Aeropuerto de Ciudad Real hipotecan de manera decisiva las expectativas del PSOE en la comunidad y pueden convertirse en la tumba política del actual presidente regional.

Si la confianza sigue siendo un activo nacido de la veracidad, el PP no debe convertirse en cómplice necesario del Gobierno Barreda. La «operación calamar» de Caja Castilla-La Mancha supone un borrón y cuenta nueva que permitirá a unos respirar tranquilos y a otros marcharse de rositas, pero no con el voto favorable de una oposición que aspira a legitimarse como alternativa de poder.

Mientras tanto, el articulista recuerda que Rajoy está a la espera de la prometida lay de cajas de ahorro que pactó afrontar con el presidente del Gobinero, José Luis Rodríguez Zapatero, siempre presto a cumplir su palabra, como se sabe.

Mariano Rajoy sigue esperando pacientemente que Zapatero le haga llegar un día de estos la propuesta de reforma financiera difundida a los cuatro vientos el pasado 5 de mayo, cuando el presidente y el líder de la oposición se reunieron en La Moncloa. Fue el primero de los abrazos políticos que, junto al acuerdo del jueves contra la subida de la luz, completan los llamados Pactos de Estado o sucedáneos al uso en la era de la gran recesión económica.

El PP se debate en el dilema cruel que consiste en apoyar las soluciones de emergencia ofrecidas por un Gobierno en libertad condicional y vigilada desde la Unión Europea o, por el contrario, rechazar de plano todas las ocurrencias de consenso para forzar un adelanto electoral que Zapatero trata de evitar a cualquier precio parlamentario. La partida de ajedrez no ha hecho más que empezar y probablemente el jefe del Ejecutivo no reciba el jaque mate hasta el próximo otoño cuando el debate de Presupuestos del Estado y la avalancha de parados que genera la resaca estival desbaraten la capacidad de enroque del inquilino de Palacio.

El asunto está claro.

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