La reforma laboral socialista no recibe parabienes por parte del empresariado canario. Sebastián Grisaleña, su presidente, aseguró que «esta medida induce a la economía española a más problemas de temporalidad y va directa a los tribunales, ya que genera una inseguridad jurídica brutal».
Grisaleña considera que esta reforma ha sido «un mensaje para los medios de comunicación porque el Gobierno en el fondo no ha hecho nada. Es un ‘bluf’ para acallarnos y no va a significar nada».
El máximo exponente de los empresarios de las Islas apuntó que la reforma tal cual está ahora conducirá a «más problemas de temporalidad» y también es negativa porque «introduce a los sindicatos en las pymes». «Los sindicatos tienen su forma de ser y la respetamos, pero desde luego tampoco es serio la huelga de septiembre».
También explicó que España tendrá difícil recuperación de la crisis «mientras no haya una reforma en profundidad del sistema laboral y no se introduzcan ayudas financieras para que las empresas comiencen a funcionar».