Sólo en los países extraños, como este, la fiesta colectiva es también la fiesta del patrono de poder
La inminente llegada del 25 de julio, Día de Galicia, está despertando en los nacionalistas una rebeldía, si cabe, mayor a la habitual.
Si hace tan solo una semana el portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, llamaba a su ‘rebaño’ a aprovechar esa fecha para reinvidicar la identidad de Galicia como Nación, parece que la idea no ha gustado a todas sus ‘ovejas’.
El colaborador del digital afin al BNG Vieiros.com, Celso Álvarez Cáccamo, profesor de Lingüística en la Universidad de La Coruña, publica un artículo titulado «Não ao 25 de julho«, en el que anima a este sector a pasar por alto el ‘Día de Galicia’. ¿ El motivo? La coincidencia de la festividad de la comunidad autónoma con la celebración del Día del Apostol, que cada año propicia la visita de los Reyes de España.
El autor defiende la extravagante tesis de que esta fiesta es la fiesta del patrono «del poder»:
- «Este apóstol construyó una Galicia inexistente. Sólo en los países extraños, como este, la fiesta colectiva es también la fiesta del patrono de poder. Es letal asociarse con el enemigo en la concurrencia liberal por un día, por un símbolo. Habrá que encontrar otra manera. En grupo, sí, pero dando la espalda al enemigo con solemne silencio».
A Álvarez Cáccamo no le vale una fecha compartida, quiere exclusividad, «otra celebración, sin santos». Quiere un ‘Día de Galicia’ ‘propio’, de una Galicia ‘existente’ que nada tenga que ver con el Apóstol patrón de España.
