Pueden callarme si quieren, pero pierden el tiempo
«Que no me busquen. Me ofrezco. Soy radical en mi convicción anticapitalista, en mi identidad de izquierdas». Con estas palabras comienza el artículo «Son radical» publicado en el digital Galicia Confidencial por el columnista Xavier Ron, en el que despotrica contra la Unión Europea y el sistema capitalista.
En estas líneas este militante de Izquierda Unida pretende ofrecer «una respuesta directa al ataque a los derechos civiles que la UE, bajo la Presidencia del Gobierno ZP, le da a la democracia».
Es decir, pretende manifestar su cabreo ante la reciente aprobación de un documento aprobado por el Consello Europeo que recoge una relación de ciudadanos sospechosos de ser radicales. Un texto de seguridad con el que simplemente se pretenden controlar los brotes de violencia.
Pero a los radicales como Ron no les gusta que «los guardias del capital» y «apóstoles del neoliberalismo securitario» traten de mantener un cierto orden en la sociedad, prefieren seguir luchando en la defensa de radicalismos antisistema y apoyando una fragmentación social.
«Pueden controlarme si quieren, pero pierden el tiempo: no podreis callar el poder de las ideas. Y hoy, más que nunca, una idea se pone en pie. El capitalismo solo produce naufragio y pérdida de dignidad y de derechos. Por eso, soy radical en mi alternativa: una de izquierdas, transformadora y anticapitalista».
Y estas son las declaraciones de un hombre que pretendió llegar al Congreso de los Diputados de la mano de IU en el año 2008.