El PSOE vuelve a meter el remo. Ricardo Guerrero, consejero socialista en el Cabildo de Tenerife, sale a la palestra para denunciar que el Cabildo subvencionó con 3.500 euros el primer encuentro europeo de afectados por la Ley de Costas. El enfado viene por dos vías. Una, por no ser invitado su partido al encuentro y otro por financiar con dinero de todos los tinerfeños un acto político de CC y PP.
Lo cierto es que lo que más molestó al consejero socialista fue que el acto se llevase a efecto en Candelaria. Este municipio sufrió la decisión unilateral del Estado de llevarse por medio un poblado marinero, Cho Vito. Curiosamente, el alcalde de esta localidad, Gumersindo García, milita en la formación de Ferraz.
Ricardo Melchior, presidente del Cabildo de Tenerife, propuso en su momento a la hoy ex ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, que se analizara «caso por caso», con la presencia de las cuatro administraciones responsables y entre todos buscar soluciones, porque no se podía tratar igual a todo el litoral. Sin embargo, Cho Vito acabó derruido.
Quizá ese poblado marinero era más sencillo de destruir que parte del hotel Abama, en Guía de Isora, municipio, curiosamente, también en manos socialistas. Es más, este complejo hotelero, hasta hace poco una de las joyas del imperio Polanco o, lo que es lo mismo, Prisa, ha ocupado un trozo de la costa del Sur de Tenerife. Sin embargo, los poderes fácticos impidieron cualquier acción en contra del complejo hotelero.
Con estos datos, obviamente, resulta altamente complicado pensar en que los afectados por la Ley de Costas quisieran invitar al PSOE a un evento que, de una u otra manera, se ha tenido que organizar por culpa de su disparidad de criterios a la hora de aplicar la legislación vigente.
