Las expectativas brillantes anunciadas por los socialistas de cara a las elecciones de 2011 se diluyen aún más. Si hace unas semanas era el propio CIS quien ponía en solfa el triunfo del PSOE, ahora es un informe del Consejo Económico Social de Canarias el que suspende la acción de todos los partidos, pero con especial incidencia en la formación progresista.
Resulta paradójico que cuanto más arrecian las críticas por parte del PSOE canario a la labor de Paulino Rivero y José Manuel Soria, los estudios sociológicos confíen menos en la oposición que en el Ejecutivo.
La lógica indica que el desgaste siempre es mayor para quien tiene a su cargo la gestión de las cosas. En el Archipiélago, en cambio, la crítica sin fundamento, sin propuestas, no alcanza al partido del aún ignoto candidato a la presidencia de Gobierno para desbancar al equipo actual.
Con los datos en la mano, los canarios han suspendido la gestión que está llevando a cabo el Gobierno de Canarias -formado por CC y PP- con un 3,22 de nota, cifra levemente superior a la cosechada por el principal partido de la oposición -PSC-PSOE- quien ha obtenido un 3,05.
Esta primera oleada del Barómetro de Opinión Pública del Consejo Económico Social de Canarias (CES) dejó como dato relevante que cerca de la mitad de la población isleña suspende la labor del Ejecutivo regional, con el 49,7%.