Desde que Coalición Canaria entregó sus dos votos a José Luis Rodríguez Zapatero en el Congreso de los Diputados para congelar las pensiones y reducir el sueldo de los funcionarios, Paulino Rivero juega a ejercer de “hombre de Estado”.
Paulino habla de “la tercera vía” que nadie sabe qué quiere decir; de evitar “la bancarrota de España” olvidándose de la ruina de los españoles; de la “derechona” que ajusta el gasto público y no sube los impuestos como el Gobierno canario que preside.
Paulino, también, se pone del lado de Pepiño Blanco en el conflicto de los controladores, asumiendo más riesgos que los que corresponden. Veremos quién paga el precio de la huelga. La huelga se ha aplazado a los próximos meses, justo cuando empieza la temporada alta en Canarias.
Se olvida de las ayudas al plátano, del “maletazo” o cobro por la segunda maleta; de la flojera de ZP con el telescopio de La Palma; del boicot socialista al puerto de Granadilla y una lista interminable de situaciones perjudiciales para Canarias, promovidas por el gobierno socialista de Madrid.
El recién nombrado candidato de CC a las próximas elecciones autonómicas demuestra que está bastante confundido. Se acerca el momento de la verdad, cuando los ciudadanos van a respaldar a uno de los tres candidatos: José Miguel Pérez (PSC-PSOE), José Manuel Soria (PP canario) y Paulino Rivero (CC).
Es como el juego del dominó. Las fichas están sobre la mesa y se revuelven cara abajo para repartirlas. Ha llegado el momento de jugar y la jugada es difícil, variada, fingida, abierta pero apasionante como nunca. Hay quienes tienen mucho que ganar, otros que perder y, los terceros, quedarse igual. El orden de los factores no altera el producto.
Hay que descender a la tierra y bajar del helicóptero y del coche oficial para hacerse preguntas sencillas del hombre y de la mujer de la calle.
¿Usted le compraría un coche de segunda mano a Zapatero?
Si se tomara una caña con Zapatero, como a muchos españoles les gustaría, ¿quién la pagaría, usted o ZP?
¿Qué le produce la sonrisa de ZP? ¿Confianza, inseguridad o especie de tomadura de pelo?
¿Volveremos a negociar con ETA para ser recordado como “Zapatero el pacificador”?
Usted qué piensa, ¿qué Zapatero se hace el tonto o es muy listo?
¿A Zapatero le interesan las personas o los votos?
¿Zapatero juega limpio o quiere perpetuarse en el poder a toda costa?
¿Qué piensa el presidente del BBV, Francisco González, cuando Sacyr, de Luis Rivero, quiso controlar el banco?
¿La familia Polanco se fía de Zapatero después de los ataques recibidos por el clan Roures, Mediapro y La Sexta?
¿Por qué le planta cara en Madrid Tomás Gómez a Zapatero como candidato del PSOE en las próximas elecciones autonómicas del 2011?
¿Jordi Sevilla, Jesús Caldera, Juan Fernando López Aguilar, Antonio Molina, Pedro Solbes, María Antonia Trujillo, Cristina Narbona, Joan Clos, Mariano Fernández Bermejo, Magdalena Álvarez, Mercedes Cabrera, Bernat Soria, César Antonio Molina se fían de Zapatero? ¿Hizo los que les dijo que iba a hacer?
¡Suficiente, Paulino! Es un problema de querer o no querer enterarse.
En estos días de vacaciones, todo el mundo tiene la mosca detrás de la oreja pero hay que mover ficha. Todos se la juegan pero unos más que otros.
Al PSC-PSOE le interesa romper el gobierno de coalición CC-PP porque debilita a los socios y convierte en el centro de la acción política a pocos meses de las elecciones. Los socialistas le robarían muchos votos a Coalición Canaria.
Al PP le interesa que CC rompa el gobierno mejor después que antes. José Manuel Soria se movería con plena libertad para defender su alternativa electoral. En todo caso, la estrategia es ofensiva y no defensiva.
Y CC está dónde Paulino le sitúa. Repite como candidato lo cual es bueno para el partido aunque fastidia a algunos notables del nacionalismo tinerfeño.
Juega a vender su voto en Madrid, al gobierno socialista de Zapatero, pero no profundizará en sus relaciones con los socialistas canarios. En ese momento, el PP de José Manuel Soria se convertiría en la única opción valida para salir de la crisis en Canarias y gran alternativa electoral para la frustración de la mayoría de los canarios.
El viento sopla a favor del cambio y, afortunadamente, a los socialistas les queda poco tiempo en el gobierno de Madrid, perderán varias autonomías y muchos municipios. ZP y el PSOE están más quemados que el palo de un churrero.
“¡Estamos en vacaciones!” dicen los votantes, únicos protagonistas hasta las próximas elecciones.