Los dos agentes de una brigada de extinción de incendios muertos ayer en un incendio en el municipio pontevedrés de Fornelos de Montes fueron víctimas probablemente de una racha de viento que podría haberles «desorientado», afirmaron hoy responsables de la Xunta de Galicia.
El conselleiro de Medio Rural, Samuel Juárez, indicó en una conferencia de prensa, acompañado de su colega el titular de Justicia, Alfonso Rueda, que los dos agentes sufrieron probablemente el efecto de un «cambio súbito» en las condiciones del viento, que les llevó a desorientarse de manera que partieron «hacia otro lado» y por ello perdieron el contacto con sus compañeros.
Juárez subrayó que el informe preliminar sobre ese accidente será sometido a las autoridades judiciales, destacó que hay indicios de que el incendio fue provocado aparentemente con un mechero y apuntó que pedirá comparecer en el Parlamento de Galicia para explicar los detalles sobre la lucha contra los incendios forestales que se han multiplicado por el territorio.
Julio Martínez da Silva, de 27 años, natural de la parroquia de Estás, en el municipio pontevedrés de Tomiño, y Rodrigo Amo, de 35 años, de la parroquia de Priegue, en el ayuntamiento también pontevedrés de Nigrán, fallecieron la noche del jueves al viernes poco después de llegar a la zona del incendio y sus cuerpos sin vida fueron enterrados hoy en sus respectivas localidades.
Ambos integraban una brigada de siete agentes, la primera que llegó al lugar del incendio hacia las 22:49 horas del jueves, para proceder a las tareas de extinción e inicialmente «parecía que tenían condiciones para abordarlo con los medios de que disponían en aquel momento», según Juárez.
Precisó que uno de los agentes, el capataz, «bajó a buscar una motobomba mientras los otros se quedaron en el lugar» y se situaron a lo largo de una pista forestal.
En un momento se produjo «un incremento súbito de la fuerza del viento y probablemente de algún cambio en la dirección del viento» de manera que surgió «humo y una lengua de fuego atravesó la pista» y uno de los agentes se dirigió al vehículo para moverlo por temor a que las llamas lo alcanzaran.
Al regresar, preguntó a sus compañeros si estaban bien, y «pensó que le habían contestado los que estaban con él», ahora fallecidos, pero en realidad quien respondieron fueron «los otros», de manera que no fue hasta poco después que «una vez que se aclaró su situación comprobó que faltaban dos agentes y comenzaron a buscar».
Al ser preguntado por la demora de una hora para localizarlos, ya que la Xunta indicó ayer que la búsqueda comenzó a las 23:05 horas y que los cuerpos sin vida fueron localizados después de medianoche, dijo: «No tengo una respuesta para decir por qué tardaron».
Juárez afirmó que de manera general los agentes de las brigadas contra incendios «están bien equipados», subrayó que la indumentaria de los bomberos no es adaptable a las circunstancias de los incendios forestales aunque expresó su disposición a «revisar y modificar» este aspecto si fuera necesario, y consideró que «no es momento de discutir» si la formación de los agentes es suficiente.
El conselleiro de Justicia destacó que hay «varios incendios en la misma zona muy concentrados, varios de ellos iniciados de noche» lo que muestra que hay una «intencionalidad», y dijo que «perder eso de vista sería hacer una flaco favor a la investigación de las verdaderas causas del desgraciado suceso de Fornelos».
Casi quinientos incendios han sido registrados desde principios de año en Galicia que han quemado 2.200 hectáreas, indicó Juárez, pero señaló que muchos de ellos son de reducidas dimensiones y enfatizó que el problema en esta comunidad autónoma es «el alto nivel de intencionalidad, de incendiarios».
En ese sentido, la Xunta hizo un nuevo llamamiento a la población para que colabore en la lucha contra incendios denunciando todos aquellos indicios que conduzcan a arrestar a los autores de los incendios forestales.
