Los representantes de las cajas gallegas –Caixa Galicia y Caixanova– han transmitido a los sindicatos presentes en la mesa laboral para la fusión que su intención es tener cerrado el acuerdo el 30 de septiembre, un objetivo que los sindicalistas han considerado «muy difícil», dado que no han observado avances en las posiciones de los directivos.
En este sentido, han reclamado que se intensifiquen las reuniones para acercar posturas y han pedido a las cajas más concreción en las propuestas. Por el momento, en el encuentro de este jueves que ha durado casi dos horas, han pactado una nueva entrevista para el próximo jueves, 2 de septiembre, en Santiago.
Todos los sindicalistas (de CC.OO., Csica, CIG, UGT y CGT) han reclamado datos más específicos sobre el número de oficinas y de empleos que se perderán y, en concreto, el representante de CC.OO., Luis Mariño ha advertido a la salida de la reunión que las posiciones de las partes continúan «lejos» y que las cajas presentaron «las mismas propuestas» que en la última reunión, aunque con «algunos retoques», como el de alcanzar en el caso de las prejubilaciones en el 75% del salario bruto anual –hasta ahora proponían fijarlo entre el 70 y el 75%–.
Mariño ha dicho que se han planteado «variaciones puntuales» que «siguen quedando lejos» de las pretensiones de los sindicatos, por lo que ha advertido que o se produce un «giro de 180 grados» en la postura de las cajas o «esto no va a llegar a buen puerto». Si no se cambia el ritmo, ha insistido, el acuerdo será «imposible».
Además, ha manifestado su malestar porque las dos entidades han entregado una serie de datos con «múltiples errores», que han dicho que no tienen «intencionalidad». El responsable de CC.OO. ha avisado de que, en cualquier caso, la formación a la que pertenece –y que tiene la mayor representación en las plantillas de las dos cajas en conjunto– no va a apoyar un acuerdo que quede por debajo de los qye se han firmado en otras fusiones en marcha en España. En estos pactos, ha indicado, las prejubilaciones conllevan entre el 85% y el 90% del salario bruto.
MAS RITMO
Por su parte, el representante de Csica, Juan Alvarez, ha considerado que las cajas «no aportan nada nuevo» y han procediso a «retocar tres puntos». Ha indicado que espera recibir más información esta semana, antes de la próxima reunión, pero ha indicado que si no se cambia el ritmo la negociación no acabaría «ni en enero».
Por parte de la CIG, Tito Rodríguez también censuró que «la posición no se modificó prácticamente nada» y que el parón no sirvió para preparar una propuesta más avanzada. Además, ha pedido que se hagan «planteamientos más serios» en el futuro y ha criticado que se mantenga a la plantilla en «la incertidumbre».
En el mismo sentido se pronunció el responsable de la sección sindical de UGT en Caixanova, José Ramón de Pliego-Valdés, quien ha considerado que el hecho de que las cajas quieran un acuerdo antes del 30 de septiembre «es lo único positivo». Así, ha apuntado que el 75% del sueldo para las prejubilaciones es una oferta «totalmente alejada» de la que defiende esta organización –pide entre el 90% y el 100%–.
Por último, el delegado sindical de la CGT, Antonio Rosales, ha censurado que no se avance en las condiciones en las que quedarán los trabajadores que no se prejubilen y la homogeneización de los sueldos. Asimismo, ha propuesto que, antes de cerrarse un acuerdo, se haga un referéndum, algo que las cajas «dijeron que no ven claro».
