Este periódico es ya el cuarto medio de comunicación nacionalista que se va a pique este verano, tras la desaparición de 'Vieiros' y 'Chuza' y de la versión digital de 'A Peneira'
El medio gallego de corte nacionalista más antiguo, ‘A Nosa Terra’, acaba de anunciar la retirada de los kioskos de su edición en papel ‘ por falta de liquidez’, aunque asegura que mantendrá su versión digital.
Este periódico es ya el cuarto medio de comunicación nacionalista que se va a pique este verano, tras la desaparición de ‘Vieiros’ y ‘Chuza’ y de la versión digital de ‘A Peneira‘.
En la víspera del día del Apóstol, el 24 de Julio, ‘Vieiros‘ se convertía en la primera pieza en caer en el tablero de juego nacionalista, despidiéndose con un «até sempre» tras detectar «irregularidades económicas y administrativas de extrema gravedad» por las que el apoderado de la empresa «tendrá que responder ante la justicia», y que fueron agudizadas por la crisis económica.
Poco después cayó ‘Chuza!‘ (un ‘Menéame’ a la gallega) según su creador porque «el mantenimiento era cada vez más complejo».
El 18 de agosto le llegaba su hora al también nacionalista ‘A Peneira’, que tras seis meses sin pagar a sus trabajadores puso fin a su edición digital alegando problemas económicos pero, según denuncia Izquierda Unida, «continúa con su edición en papel con una plantilla renovada».
El último en flotar a la deriva es el periódico semanal ‘A Nosa Terra’, que 107 años después de su nacimiento limitará su actividad a la información a través de internet.
La profunda crisis económica ha llevado a su editora, Promociones Culturais Galegas, a una situación insostenible cuya única salida era convocar un concurso de acreedores dado que, como explicaba su presidente Afonso Eiré en declaraciones a El País, no disponen de liquidez » porque las cajas, por el proceso de fusión en el que se encuentran, no pueden renegociar la deuda».
Pero Eiré no culpa solo a la coyuntura económica, sino que carga contra la Xunta de Galicia, asegurando que está llevando a cabo «una tremenda para cargarse todo lo que tenga que ver con la base del gallego y la cultura gallega», «reduciendo a la mínima la ayuda amparándose en la crisis».
Unas declaraciones que demuestran que Eiré, al igual que los ‘jefazos’ de los otros medios nacionalistas desaparecidos, cree ser un señorito guardián de la galleguidad que debe ser subvencionado con el dinero de todos.
Pero para que un medio de comunicación funcione no puede sustentarse en el dinero de los contribuyentes, sino que ha de obtener recursos a través de otras fuentes, como la publicidad.
Y ahorrar cuando le dan subvenciones desorbitadas, como ocurría en tiempos del bipartito.
