Los anunciantes en Canarias se plegaron a Telemorbo. La segunda parte de Vuelo IL 8714 sí contó con un nutrido respaldo publicitario. El boicot sólo se limitó a la primera emisión en el Archipiélago.
El desenlace de la cinta que, como era de esperar, sólo ha enmarañado las cosas y ha generado más sombras incluso, tuvo el apoyo de productos bastantes conocidos. Unos a escala local y otras de ámbito nacional e internacional.
La relación de spots emitidos fue la siguiente: dos veces Heineken anunciando la doble cita del Festival Campus Rock que tendrá lugar en Las Palmas de Gran Canaria y San Cristóbal de La Laguna, Mc Donalds, Compeed ampollas (muy apropiado para la ocasión al pisotearse cualquier respeto a las familias), Pantene, Vital Dent, Decathlon, Clipper (refresco), Maya (superficie comercial de las Islas), Hiperdino (supermercado), Multiópticas, Gillette, El Pozo y Fairy.
Cierto es que en el resto de España la tanda publicitaria fue aún mucho mayor. El resto del tiempo se cubrió en Canarias con los promocionales de Telecinco y amplios reportajes sobre el Parque García Sanabria, en Santa Cruz de Tenerife, y el Teatro Leal, en La Laguna.
En cuanto al argumento, más de lo mismo. Al no tener datos relevantes de la investigación, al final queda la sensación de que la culpa tenía que ser sí o sí de los pilotos y si no, de la compañía aérea que había vendido a Spanair el modelo de avión siniestrado.
Durante gran parte de la serie se hace ver que el mecánico pudo haber sido el responsable ya que cuando un miembro de la investigación le requiere, éste sale huyendo de la zona con su coche.
También se intenta vender la idea de que los pilotos estaban más pendientes de su situación laboral, algo que encima luego entra en franca contradicción cuando en el segundo despegue el copiloto le pregunta a su compañero si se animaba esa noche a salir de marcha por Las Palmas de Gran Canaria, a lo que el otro responde que no cree que pueda porque tiene al día siguiente un vuelo a Barcelona.
En definitiva, al final los espectadores se han quedado con mil dudas en la cabeza, pero lo peor es que este montaje pueda confundir a la investigación real y, especialmente, a las pesquisas judiciales. Telemorbo ya ha logrado su propósito. Ahora, a otra cosa….hasta el próximo accidente.
