El PSOE canario es una guerra sin cuartel entre el candidato oficial, José Miguel Pérez, y la alternativa, Santiago Pérez. El primero cuenta con el apoyo de todo el aparato del partido y, al igual que Trinidad Jiménez en Madrid, nadie se distingue en el respaldo a la segunda opción que, en el caso de Santiago, sería el símil de Tomás Gómez.
El nuevo capítulo de discrepancias se centra en el censo de afiliados con derecho a votar en las primarias. El presidente de la comisión regional de Garantías del PSOE, Luis Alba, puntualizó que este órgano «proporciona un trato idéntico y desarrolla exactamente el mismo proceso» con las dos candidaturas presentadas a las primarias socialistas para aspirar a la Presidencia del Gobierno de Canarias.
Según Alba, las normas federales de la formación política impiden que los precandidatos puedan disponer del censo electoral de afiliados socialistas, protegido por Ley.
«Esta circunstancia se puso en conocimiento de Santiago Pérez, tanto por escrito como verbalmente, pese a que éste conoce perfectamente que el procedimiento es así. Este censo, no obstante, sí puede ser consultado en las sedes con las que cuenta el PSOE en el archipiélago».
Sin embargo, Santiago Pérez asegura que el censo es una herramienta «necesaria y eficaz para poder identificar y solicitar los avales de su candidatura a aquellos militantes que no participan en la vida orgánica del PSOE».
El candidaro alternativo sostiene que «las normas han de ser interpretadas de acuerdo con los principios constitucionales y tienen que ser relevantes el principio democrático en el funcionamiento de los partidos políticos y el de prohibición de la arbitrariedad».
Para Pérez, «es evidente que el criterio adoptado de no conceder la entrega del censo a ambos candidatos antes de que sean proclamados, tendría sentido si el mismo fuera custodiado por una administración o agencia electoral independiente de la Administración del PSOE».
«Pero con esa decisión –continúa– se está favoreciendo a José Miguel Pérez que, además de no necesitar los avales, tiene a su plena disposición el censo de los afiliados con el que cuenta la Ejecutiva Regional por ostentar el cargo de Secretario General y, por tanto, continúan poniéndose obstáculos a la celebración de primarias en Canarias».
Santiago Pérez reconoció que «no sé qué me pasaría en el supuesto de ser el secretario general del PSOE. Si a López Aguilar, después de poner al partido como primera fuerza, le hicieron la vida imposible entre los poderes establecidos y con la anuencia de algunos socialistas, yo, que no tengo tantos anclajes, no se que me sucedería».
