Lo acaba de confirmar el Ministerio de Fomento con la adjudicación de los estudios previos de la línea de alta velocidad Madrid-Extremadura en la provincia de Toledo. La burla a los toledanos no cesa y el tren que Zapatero había prometido para 2010 no llegará hasta mucho después de 2013.
El Ministerio de Fomento ha adjudicado la redacción de los proyectos constructivos de plataforma de seis subtramos de la Línea de Alta Velocidad a Extremadura en la provincia de Toledo, que tienen una longitud de 107,2 kilómetros por un importe de 6,4 millones de euros. Los subtramos parten de Pantoja en la línea del AVE Madrid-Sevilla, y llegan hasta el límite de la provincia de Toledo con Cáceres. Quedan fuera dos subtramos que afectan a Talavera de la Reina, adjudicados con antelación.
La endeble palabra de Zapatero y sus voceros
Como ya ha informado PD en otras ocasiones, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo, durante un mitin electoral, que había dado «orden para que el AVE llegase a Talavera en 2010». En esta gloriosa mentira fue pregonada y defendida por demencia e insultos por sus acólitos, todos ellos hombres llenos de verdades, desde el actual ministro de Fomento, José Blanco, al presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, pasando por los alcaldes de Toledo y Talavera, Emiliano García-Page y José Francisco Rivas.
Se emitieron notas oficiales llamando «mentirosos» a quienes ponían en duda la posibilidad de que el tren llegase en 2010, y después de quedar demostrado quién mentía, se ha faltado al respeto de los ciudadanos desde las filas del PSOE insistiendo en la mentira y utilizando el AVE como promesa electoral de desarrollo para buena parte de la provincia de Toledo más deprimida.
Como la vergüenza escasea en los actuales poderes públicos, ahora se insinúa el año 2013 como el presumible para que el tren pueda entrar en funcionamiento, una fecha que no soporta el cálculo menos riguroso. Ahora se acabar de adjudicar los estudios previos, que se prolongarán durante un año, para luego pasar al Ministerio donde deberán aprobarse, para posteriormente sacar a concurso las obras de los distintos subtramos, proceso que llevará un largo trámite hasta la adjudicación de las obras y su prolongada ejecución.
El juego de las palabras: otras trolas
En realidad la línea Madrid-Extremadura no será un AVE en sentido puro, según explicó en su día la entonces ministra de Fomento, Magdalena Álvarez. Se trata de un «tren de altas prestaciones» que irá sobre una vía por la que también circularán mercancías. Este tipo de líneas de alta velocidad mixta no existe aún en ningún sitio, y por lo visto es una cosa muy novedosa que se implantará en el trayecto Madrid-Extremadura, pero cuyas virtudes todavía no se han sabido ver en ningún país europeo.
Como se sabe, en el resto de España, con la implantación de al alta velocidad se han reservado las antiguas líneas ferroviarias especialmente para el transporte de mercancías, en un intento de que Renfe cuente en el sistema del traslado de productos que en España se realiza esencialmente por carretera.
El Madrid-Extremadura no será un AVE de primera clase, sino otra cosa desconocida hasta ahora y todo por ahorrar y aprovechar gran parte del recorrido del actual tren, que no ha variado esencialmente en su trazado desde que se inaugurase a finales de los 70 del siglo XIX.
En su nota oficial anunciado la adjudicación del estudio previo, el Ministerio de Fomento juega con las palabras y se mofa de la inteligencia de las personas, cuando dice que «la adjudicación de estos proyectos supone un nuevo avance en la construcción de la Línea de Alta Velocidad a Extremadura». Llama avance al retraso de varios años de este proyecto cuya primera fecha de finalización se señaló para 2007 en época de Álvarez Cascos como ministro del ramo.
