Ana Oramas no se define a la hora de apoyar los PGE, pero esa baza dubitativa es su gran arma para sacar la mayor manteca posible al Gobierno del Estado. La diputada de CC en el Congreso, al igual que el resto de pesos pesados de su partido, no sabe a qué carta quedarse a la hora de evaluar lo que serán para Canarias los Presupuestos Generales del Estados para 2011.
Como si fuese gallega (es decir no se sabe si sube o si baja de la escalera), comentó que «ni son la catástrofe que dice el PP ni son buenos para Canarias como dice el PSOE» .
Oramas advierte de que o se cumplen las condiciones impuestas por CC, «o no habrá apoyo de nuestros diputados a esos PGE. Hay una parte importante de lo que reivindicó Coalición Canaria que ya está en los presupuestos y otra parte que es manifiestamente mejorable y que intentaremos en los acuerdos que estamos negociando en esta semana se puedan mejorar vía enmienda».
Una vez más, la diputada de CC recurrió a la manida fórmula de espetarle al PP (formación gracias a la cual gobierna Paulino Rivero en el Archipiélago) de que la «verdadera catástrofe para el PP es que quiera que Mariano Rajoy llegue antes de lo que le corresponde a la Moncloa. Lo único que le interesa a Soria es que Rajoy ya sea presidente de España, y a Coalición Canaria lo que le preocupa es que Canarias pueda salir de la crisis. Ésa es nuestra prioridad».
Oramas, en un claro sentido de egoísmo, de importarle una higa el resto del país, precisó que «a los canarios nos da lo mismo que gobierne Zapatero o Rajoy en época de crisis. Lo que queremos es que Canarias salga de ella y que los 300.000 parados que hay en el Archipiélago tengan una oportunidad, y para eso nos votaron los ciudadanos. Estamos priorizando los intereses de las Islas. Como digo siempre, si nosotros no barremos para nuestra casa nadie vendrá a barrérnosla».
Concluyó la diputada nacionalista indicando que «si se consiguen las cosas que estamos planteando, que son vitales para Canarias, apoyaremos los presupuestos y si no, no. El PSOE tiene en estos momentos la pelota en su tejado
