Nuevas y graves informaciones sobre la nefasta gestión realizada en Caja Castilla La Mancha, que llevó a la intervención por parte del Banco de España y su posterior desaparición. Ahora, se dan por perdidas las ayudas que por valor de 600 millones de euros. Mientras tanto, José Mª Barreda se niega a dar explicaciones -en una comisión de investigación- y a asumir responsabilidades.
En una información de F. Tadeo en El Economista, se detalla que el Banco de España se ha conformado con rescatar poco más de la mitad de las ayudas otorgadas a Caja Castilla-La Mancha (CCM) con motivo de su intervención. Según ha podido saber este periódico de fuentes financieras, el supervisor se ha fijado el objetivo de recuperar 700 de los 1.300 millones aportados a la entidad manchega a mediados de 2009 para devolver su viabilidad. Según el contrato de segregación y liquidación de la caja, el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) se hará con hasta un 10 por ciento del recién creado Banco CCM siempre y cuando no se cumpla este objetivo para compensar las pérdidas.
De esta manera, el organismo que gobierna Miguel Ángel Fernández Ordóñez da por perdidos 600 millones de euros. Considera que es prácticamente imposible que la venta de la cartera industrial de la antigua caja pueda compensar la totalidad de las ayudas.
Las participadas, a excepción de las cotizadas españolas, han sido traspasadas al FGD fruto de la liquidación de la entidad. Los activos bancarios, además de Amper y San José, han pasado a manos del grupo Cajastur, que ha creado Banco CCM. La asturiana controla el 75 por ciento de esta institución, mientras que la polémica Fundación CCM tendrá el restante 25 por ciento del capital.
Los acuerdos alcanzados estipulan que la Fundación tendrá que traspasar al FGD el 10 por ciento de las acciones del banco en caso de que la recuperación de los recursos no llegue a los 700 millones. Para ello se han establecido dos tramos, por los que la institución benéfica tendrá que dar un 5 por ciento por cada uno de ellos.
El 10 por ciento tiene una valoración actual de unos 180 millones, en función de la tasación de Banco CCM realizada por los expertos con motivo de su nacimiento.
La venta de las participadas, entre las que destacan las inmobiliarias, será gestionada por Cajastur en los próximos siete años, ampliables a diez. En la actualidad el supervisor y la entidad que preside Manuel Menéndez están realizando los últimos trámites y perfilando todos los detalles del contrato.
Las pérdidas ocasionadas por la corporación industrial provocaron un agujero a la manchega superior a los 600 millones por el deterioro de los activos y los impagos de algunos promotores.
Según el expediente del Banco de España, que está en manos de la Fiscalía Anticorrupción, los anteriores gestores incumplieron los protocolos de riesgos.
Inversiones arriesgadas
Las decisiones inversoras tomadas por CCM
Corporación y el resto de sociedades participadas, muchas de las cuales sólo fueron comunicadas a posteriori al consejo de administración, afectaron a la situación patrimonial de la entidad, explica el supervisor en el pliego de cargos.
En 35 de las 45 sociedades donde estaba presente la caja se produjeron deterioros de valor por un importe de 417,2 millones de euros, que supusieron un impacto de 221,9 millones en la cuenta de resultados del grupo CCM. Destacan las depreciaciones de Las Cabezadas de Aranjuez, Lothse desarrollos Inmobiliarios, Inmobiliaria Centrum 2004, Área Logística Oeste o Claudia Zhara.
Aunque el caso más llamativo es el del Aeropuerto de Ciudad Real, que hoy se encuentra en concurso de acreedores, Colonial e IT Deusto. En estos tres últimos casos, la caja manchega financió prácticamente el cien por cien de los proyectos.
En CR Aeropuertos asumió 336,9 millones a través de una financiación mediante participación en el capital de 57,1 millones; y 218 millones en créditos. Además, otorgó préstamos de 65,5 millones al resto de accionistas para la compra de las acciones. En relación a este riesgo, las inspecciones del Banco de España subrayan que las operaciones quedaron garantizadas con la pignoración de los propios títulos, de manera que CCM, en caso de haber tenido que ejecutar la garantía, alcanzaría una participación en el aeródromo del 65 por ciento.
Cajastur tendrá complicado encontrar compradores para todas estas participaciones y ponerlas en valor para conseguir el mayor dinero posible que compense las ayudas. A cambio recibirá una comisión que pagará el FGD por las labores de asesoramiento y administración de los activos.
El Banco de España ha querido aplicar un sistema parecido al del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), instrumento de rescate para el resto de cajas en los procesos de fusión, por el que en caso de no devolución de los recursos aportados, el montante se convierte en acciones o cuotas participativas con derecho de voto.
Eventual venta
En el caso de CCM, el fondo de garantía podría rentabilizar el 10 por ciento del banco con su venta o a través de los dividendos que reparta. El más interesado en esta participación sería Cajastur, con el fin de controlar el máximo posible de la entidad y subir su presencia al 85 por ciento, aunque los fondos de inversión también podrían ver la adquisición como atractiva en función de la retribución a los accionistas.
Hasta entonces, la Fundación ostentará el 25 por ciento de CCM. Recibirá los dividendos, por lo que podrá poner en marcha proyectos de obra social.
La creación de esta institución ha levantado ampollas en el PP, que ha presentado una batería de recursos judiciales al considerar que se ha vulnerado la ley al haber modificado algunos puntos de sus estatutos. El gobernador indicó la semana pasada que los servicios jurídicos del regulador han determinado que los cambios se ajustan a la legalidad, ya que la asamblea de la caja del mes de junio autorizó a los administradores provisionales realizar los ajustes precisos para completar la segregación y liquidación de la entidad.
El PP considera que las modificaciones tenían que haber sido consultadas de nuevo por la asamblea general. Por su parte, la Junta de Castilla-La Mancha considera que es una estrategia política de los populares para conseguir réditos electorales en los próximos comicios
