Con un pasado bastante oscuro, la nueva consejera accede al gobierno de Barreda
Barreda ha cambiado a la consejera de Trabajo y Empleo, pero no tiene ninguna intención de modificar la Consejería. Según el presidente autonómico, la nueva integrante de su ejecutivo, Paula Fernández, no va a mover ni al equipo ni las políticas de la anterior formación. Nada se va a ver alterado en la actual renovación.
Indiferencia y dejadez son las características principales del actual modus operandi de la etapa que inicia el ejecutivo manchego. En la presentación de la toma de posesión de Fernández, Barreda se mostró muy contento de contar en su gobierno con alguien con el perfil de la nueva consejera, a pesar de que la puertollanera está implicada en el escándalo del caso Virtus.
A pesar de las monstruosas cifras de desempleo de CLM que acaban de publicarse, al presidente Barreda no se le borró la sonrisa en la presentación de Fernández. El presidente autonómico también lanzó un mensaje de «continuidad» en la misma mañana en que Paula Fernández tomó el relevo de María Luz Rodríguez, que se marcha a Madrid como secretaria de Estado del Ministerio de Trabajo.
Barreda confesó que ya en julio Zapatero se interesó por ella cuando estuvieron reunidos en La Moncloa. «El presidente quiso dedicar mucho tiempo a lo que estábamos haciendo en Castilla-La Mancha en relación con las políticas activas de empleo», comentó, «estuvimos hablando mucho de todo ello y también de la consejera». Por ese motivo, a Barreda no le extrañó que Zapatero le llamase por teléfono al poco de cambiar su Gobierno pidiendo que «facilitara que la consejera de Empleo pudiera asumir la responsabilidad de la Secretaría de Estado».
El presidente autonómico destacó de la consejera saliente su «carácter innovador, su talante dialogante, su capacidad intelectual y su formación académica». Aunque lamenta no poder seguir contando con ella en el Gobierno regional, Barreda espera no perder el contacto institucional: «Sé que desde allí nos va a seguir ayudando, porque ya lleva el germen de Castilla-La Mancha en las venas».
Sobre la consejera entrante, Barreda reiteró que en mayo la dejó fuera de su Gobierno no porque no estuviera contento con su trabajo, sino porque debía recortar el número de consejerías. Le agradeció que vuelva a la Junta unos meses después de irse, asumiendo que es un «trastorno» que ahora la vuelva a «perturbar».
