Rubens como nunca antes, por J.C.Deus

6. El jardín del AmorPedro Pablo Rubens es uno de los más grandes jalones de la pintura occidental, un gigantesco artista más famoso que conocido, más mítico que asimilado por los públicos actuales para los cuales lo antiguo es sinónimo de obsoleto, una aberración que debería corregirse sin tardanza para que el siglo XXI cumpla nuestras esperanzas. Dejó mil quinientos cuadros y el Prado es el museo que más tiene, noventa de ellos. Pero en parte no expuestos, diseminados aquí y allá, intercalados con otros maestros, el visitante apenas percibía media docena de obras destacadas. Aprovechando que la redistribución en marcha de los fondos expuestos ha llegado a sus inmediaciones, el Prado ha tomado una decisión arriesgada pero acertadísima: exponer todos sus Rubens, hacerlo de forma cronológica, sin secciones ni cartelas, tal como hacían los museos antiguamente. Pegado el uno al otro según fueron pintados, los 90 ‘rubens’ del Prado son una explosión visual sin parangón, una visión inédita de verdad, algo increíble que merece ser visto.

¿Gabinete real a la antigua usanza, almacén visitable, retorno al modelo abigarrado del pasado? Así se exponía antes y así decidió exponer Picasso en aquella ocasión sonada en el Palacio de los Papas de Avignon. Un cuadro pegado a otro, una guía de mano y a lanzarse a la aventura. Es un reto para el visitante, acostumbrado a que le lleven de la mano, le digan que es lo mejor, le coloquen destacado lo destacable. Un espectáculo visual envolvente, una noria de 360º, un viaje sin tregua por una gran odisea vital, una nueva mirada por encima de las jerarquías museísticas y los gustos de los conservadores de las colecciones.

10. Ninfas y sátirosEl Museo del Prado cierra su programación expositiva de 2010 con la celebración de esta exposición dedicada a su colección de Pedro Pablo Rubens (Siegen, 1577 – Amberes, 1640). A través de un montaje inédito que invita a sumergirse sin prejuicios en su descomunal universo y a conectar con la potencia y la evolución creadora de un artista que ha dejado 1.500 obras en una vida de 63 años, el Museo mostrará reunidas en un intenso “cara a cara” las 90 obras que forman la totalidad de la colección de Rubens y su taller que atesora el Prado, la más importante que se conserva en una única institución. Se trata de la mayor y una de las mejores colecciones de Rubens en el mundo, un artista con abundante obra dispersa en distintas instituciones. La oportunidad ha surgido con motivo de las obras de remodelación expositiva de la colección permanente que se desarrollan paulatinamente desde hace años.

Para facilitar un continuado efecto de inmersión en el universo rubeniano y la percepción de la extraordinaria capacidad creadora del pintor, el comisario de la exposición ha ideado un singular montaje en el que las noventa obras se exponen siguiendo un único criterio, el cronológico, y se muestran como secuencias concatenadas de un plano panorámico continuo.

8. Danza de aldeanosEl montaje de la exposición, dividido en dos grandes salas, permite apreciar con claridad la evolución del estilo de Rubens y su forma de abordar las grandes obras. En la primera, el público descubre al artista temprano, muy “michelangelesco”, como un gran escultor antiguo que quiere transmitir el poderío de las formas y su fuerza expresiva. ‘Lucha de San Jorge y el dragón’ es un perfecto ejemplo de la monumentalidad propia de esta etapa juvenil, con figuras fuertes y rotundas.
Destaca también la gran serie del Apostolado.

La segunda sala ofrece el Rubens maduro, más interesado por el fondo que por la forma, más ‘poeta’. La serie de la Torre de la Parada, encargada por Felipe IV para el pabellón de caza de los montes del Pardo, se muestra completa. En esta sala están presentes las obras de la última etapa de su carrera, en la que se volcó en la potencia narrativa de los cuadros y en transmitir su contenido poético. ‘El paisaje de Atalanta’ y ‘Meleagro cazando el jabalí de Calidón’ (h. 1636) expuesto junto a ‘Diana y sus ninfas sorprendidas por sátiros’ (1638-1640) demuestra el amor del artista por el campo y su profunda sintonía con la vitalidad de la naturaleza.

La colección de Rubens del Prado refleja la gran versatilidad temática del pintor flamenco, con pinturas de temas mitológicos, religiosos, de historia, retratos y paisajes, entre las que se incluyen algunas de las mejores obras maestras de su extensa producción como la citada Lucha de San Jorge y el dragón (h. 1607), y La Adoración de los Magos (1609), San Pablo (h. 1611), El jardín del Amor (h. 1633), Las tres Gracias (h. 1635), Ninfas y sátiros (h. 1635), Hércules y el Cancerbero (h. 1636), Danza de aldeanos (1636-1640), Diana y sus ninfas sorprendidas por sátiros (1638-1640) o Diana y Calisto (1638-1640), ejemplos de la desbordante y personalísima expresión creadora del que fue pintor favorito de Felipe IV hasta su muerte y uno de los grandes genios de la pintura de todos los tiempos.

2. San PabloFue el más admirado de su época. Sus méritos son incontestables: muy pocos artistas han conseguido transmitir una versión exaltada de la vida de forma tan persuasiva o nos ayudan tanto a acercarnos a un ideal de excelencia humano. Los valores que encontramos en la pintura de Rubens tienen mucho en común con los valores de los poetas antiguos (a menudo ha sido comparado con Homero): su arte es un recuerdo constante de lo que la vida tiene de heroico y de dramático, y nos ayuda a ensanchar el mapa de nuestros sentimientos, y a profundizar en ellos, opina Alejandro Vergara, el responsable de pintura flamenca del Prado.

El vehículo principal que utilizó Rubens para transmitir sus ideas son los mitos que resumen la sabiduría de los antiguos sobre el comportamiento y las emociones de los seres humanos. Apoyado en su fe en el poder de las formas pintadas para influir en el ánimo de los espectadores, y en una enfática retórica gestual, Rubens recreó estos mitos con un extraordinario poder de convicción: contemplando su arte a menudo tenemos la impresión de que las grandes cuestiones de la vida se dirimieron con él de testigo presencial.

Rubens es autor de una obra muy abundante que realizó con la ayuda de su taller, instalado en Amberes, y que vendió gracias a su sagaz espíritu comercial. Pintó para las principales monarquías europeas, y para la aristocracia, la Iglesia y las élites culturales y comerciales de todo el continente. Fue también un fabuloso dibujante, y diseñó tapices, esculturas, obras de arquitectura, y conjuntos decorativos para ceremonias públicas. Al margen de su trabajo artístico, trabajó como diplomático al servicio de la Monarquía Española, y fue un apasionado conocedor de la cultura clásica, lo cual nos da una medida de la grandeza del personaje. Fue también un importante coleccionista de cuadros, esculturas y libros, entre otros objetos, y un verdadero cosmopolita que viajó extensamente y que se expresaba en varios idiomas. Por todo ello, fue considerado un modelo profesional y social por sus colegas.

Exp Rubens 3-11-10__23Al hablar de la colección de cuadros de Rubens que guarda el Museo del Prado, sucede lo mismo que al hablar del propio pintor: es difícil evitar los superlativos. Por ser natural de los Países Bajos meridionales (la actual Bélgica), Rubens tuvo una especial vinculación con la familia real española, que gobernaba la región. La infanta Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II, heredó de su padre el mando de los Países Bajos. Desde su corte en Bruselas, utilizó al pintor como consejero y apoyó su carrera artística y cortesana, hasta el punto de solicitar de su sobrino, el rey Felipe IV, que lo ennobleciese.

Rubens fue el pintor favorito de Felipe IV, que le encargó decenas de cuadros para decorar sus palacios madrileños, y fue también el principal comprador de las obras que el pintor dejó en su estudio tras su muerte. Él es la principal razón por la cual el Museo del Prado conserva la mayor colección que existe de obras de Rubens, con unas noventa pinturas (la cifra exacta oscila, según se acepten, o no, algunas atribuciones). Pero no es sólo cuestión de números: el hecho de que muchos de los cuadros de Rubens que conserva el Prado fuesen pintados para el rey, o para personas próximas a él, explica la gran calidad de la colección.

Exp Rubens 3-11-10__01La exposición será acompañada de un extenso documental dedicado al artista titulado “Rubens. El espectáculo de la vida”. Se trata de un acercamiento a la carrera artística y a la obra pictórica de Rubens que se ha venido realizando durante los últimos años. Con el fin de situar al pintor en un contexto artístico más amplio, el documental incluye intervenciones de personas ajenas a la historia del arte, como Israel Galván, coreógrafo y bailaor y Premio Nacional de Danza 2005, o la diseñadora de vestuario británica afincada en España Yvonne Blake, Óscar al mejor diseño de vestuario en 1971 y ganadora de 4 premios Goya, que transmiten la pasión por sus respectivas profesiones al igual que Rubens por su arte.

‘Al colgarlos todos juntos parecen una secuencia, se establecen relaciones y afinidades, se ven repeticiones, se puede imaginar el proceso creativo, se termina vislumbrando cabezas que se repiten…’. Alejandro Vergara, el padre de la idea, reconoce que el visitante no está acostumbrado a captar tantos cuadros de un solo vistazo pero cree que el impacto será deslumbrante. Es un panorama completo de la vida artística de Rubens, desde su enfoque escultórico, rotundo, contundente de su primera etapa, al maduro pintor que diluye formas, que entra en una dimensión poética equivalente a leer a Homero u Ovidio. Un pintor que evoluciona de lo material a lo espiritual. ‘Un pintor sabio, un gran cocinero, generoso en el uso de los materiales… Quizás vivimos en una época de contención en la que el minimalismo equivale al buen gusto, lo que explicaría el distanciamiento del público con los viejos maestros’. Un banquete opulento.

RUBENS
Museo del Prado
Salas A y B, Edificio Jerónimos
Comisario: Alejandro Vergara, Jefe de Conservación de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte
Hasta el 23 de enero de 201.
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Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

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