Coalición Canaria vuelve a mostrar un doble rasero. Mientras Paulino Rivero lanza una bravata en las Islas asegurando que él no se hubiese bajado los pantalones ante Marruecos, en clara alusión a lo hecho por Zapatero y Jiménez, en Madrid, sus dos diputados, pasan de pronunciarse sobre el conflicto saharaui y, de paso, le salvan la cara a un PSOE que así se ahorra una protesta contra Mohamed VI.
La comunidad saharaui de las Islas no es tonta y sabe que Rivero sólo está a la caza del rico votito, pero que la realidad es tozuda y no es deseo del líder de CC importunar a Zapatero. Como buen jugador de cartas que es el presidente sauzalero, observa lo que hace el resto para plantarse o no en determinadas mangas. Lo malo es que ya le han pillado sus triquiñuelas más veces de lo deseado.