Opinión / Desde mi escaño

Patrañas con rúbrica

Patrañas con rúbrica
Reunión entre Zapatero y Rivero.

Coalición Canaria se ha convertido en la central de las patrañas indigestas, de los dobles mensajes y de la mendicidad más preocupante. Lo que ha sucedido en los últimos días respecto al conflicto saharaui deja en un pésimo lugar a un partido que es capaz de decir en las Islas una cosa y luego, cuando hay que defender la misma tesis en Madrid, se arredra frente a Zapatero y prefiere dar la callada por respuesta.

Las bravuconadas de Paulino Rivero asegurando que él no se hubiese bajado los pantalones ante Marruecos no tienen luego el hilo argumental en el Congreso. CC imitó al PNV y pasó de comprometer al Gobierno de España para que se posicionase en contra de Mohamed VI. Nunca mejor dicho, echando arena sobre el asunto del Sahara.

Pero más aún. No sólo se nos trata de engañar con esa panoplia de pretender hacer ver a los ciudadanos de que Coalición está con los saharauis, sino que también se recurren a los fuegos de artificio con cuestiones como la de las aguas canarias. Vamos a ver, ¿de qué mares está hablando el señor Rivero? ¿De ese plato de lentejas de 43.000 kilómetros cuadrados?

Pero, hombre de Dios, léase usted la legislación vigente y verá como el Derecho Internacional le prohíbe tal consideración jurídica. Para consumo interno, creerse que sus dominios van hasta el horizonte puede, está bien, se jalea a las masas y muchos saldrán de la sede de Galcerán creyendo que son los más grandes. Pero la realidad es muy distinta. Las aguas son las que son y mientras Canarias sea una comunidad autónoma, nasti de plasta, aquí no hay aguas regionales que valgan (por mucho que Don Pepito Lomo de Ternera siga con sus diatribas dominicales).

CC también engaña con las pensiones. Cuando Oramas y Perestelo se creen que nadie les ve, votan en Madrid por la congelación de las mismas y, en cambio, sus diputados autonómicos apoyan una PNL para conseguir su revalorización de esas partidas. ¿A qué juegan? Posiblemente creen que el común de los ciudadanos no está al cabo de la calle, no ve sino lo que le ponen en La Nuestra y los partes de La 1, y claro, se traga cualquier cosa. Pero no, los hechos son los que son y CC, al igual que con el IVA o la reforma laboral, ha hecho alquimismo con la paga de nuestros mayores y el 1 de enero tendrán menos poder adquisitivo.

La muerte de la Coalición Canaria que conocemos hoy va a ser, precisamente, la mala praxis llevada a cabo por Zapatero. Un presidente que no tiene (ni tendrá) una clara idea de lo que es el Estado hace y deshace a su antojo. Por eso, le da lo mismo romper la caja única, la hucha o el cepillo.

Mientras pueda seguir al calorcito de la Moncloa, el resto de los partidos con estrechez de miras seguirá sacándole el cuero o, peor aun, creyendo que pueden hacerlo. A las Islas no sólo se les han engañado con el tema de las aguas, sino con el Plan Canarias o con la financiación en los PGE y toda esa estafa lleva una rúbrica clara y meridiana, la de CC, con Paulino Rivero en primera línea.

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