Paulino Rivero salva a Coalición Canaria de cualquier responsabilidad en la crisis de España y, de paso, aprovecha para zurrarle la badana a la izquierda y a la derecha. Entrevistado en ‘Así son las mañanas’, en la Cope, el presidente canario se arroba el mérito de que las medidas que ahora está adoptando Zapatero «son las que nosotros llevábamos proponiendo desde el principio de la crisis». No dudó el mandatario autonómico en asegurar que «el Gobierno es el máximo culpable, pero la oposición tampoco tiene compromiso con las grandes reformas estructurales que se deben de acometer y que necesitamos para enderezar este barco».
Rivero resaltó que estas medidas, «aunque falta por leer la letra pequeña, que es lo que saldrá del Consejo de Ministros de este viernes, han sido nuestro discurso y nuestra apuesta desde el comienzo de la crisis». El jefe del Ejecutivo añadió que «nosotros no nos quedemos dar cuenta de que estamos en una partida en la que los árbitros no están en España, sino en Bruselas»
El presidente canario se preguntó «¿cómo podemos ayudar mejor a abordar los retos de una crisis que nos ha desbordado? Es una crisis que va más allá del Estado español, pero como consecuencia de una economía poco estructurada. La respuesta no son unas elecciones anticipadas, sino un gran pacto de Estado».
No obstante hizo una concesión a la posibilidad de una adelanto de la cita con las urnas al reconocer que se podría dar un caso como el de Irlanda, donde se podría combinar ese pacto de Estado, pero con una fecha fijada también para las elecciones y el partido que salga vencedor «estará legitimado para abordar esas propuestas que se han planteado en ese gran pacto estatal».
Rivero también aprovechó la circunstancia para darle cera al PP y manifestó que las medidas anunciadas ayer por Zapatero le dejaron fuera de juego. «El factor sorpresa es importante y más aún rompérselo al contrario. En este caso sorprendió a Rajoy, que no se lo esperaba. Está en la línea de las cosas que se deben hacer. El Gobierno es culpable de haber ocultado la crisis durante los dos primeros años. Otra cosa es como ha actuado en los dos últimos meses».
El presidente del Gobierno de Canarias tampoco vaciló a la hora de tildar subrepticiamente de irresponsable al Partido Popular, del que dijo que «esta situación que vive España le viene bien a Rajoy, pero hay que cuestionarse si es lo que le conviene al país, que está claro que no es así».
PALO AL MODELO ECONÓMICO DE AZNAR
Rivero comparó la situación actual de crisis y las medidas que se están adoptando con las que Coalición Canaria apoyó en 1996, en los albores del Gobierno de José María Aznar.
El mandatario isleño dijo que la actual crisis «ha venido con una España más cohesionada, más estructurada» y lo puso en comparación con lo que pasó a principios de los años 90 y en la fecha en la que se puso el remedio a la misma, 1996, con la llegada al poder de José María Aznar.
Rivero concretó que «en la crisis de los 90 se tomaron una serie de medidas para afrontar el grave problema que tenía este país, con 4 millones de parados. Se bajaron los tipos de interés, se apostó por la construcción, se hizo con mano de obra inmigrante poco cualificada y eso nos hizo crecer en 6,5 millones de personas de forma muy rápida».
Por supuesto, el dirigente se quita de en medio y puntualiza que «algunos pensamos cuando vimos este modelo en lo que iba a pasar cuando se parase esa máquina, crecimos en una economía muy ficticia y ya se han visto los resultados», aunque nada dice que entre 2004-2008, primera legislatura de Zapatero, el modelo no cambió y hasta 2010 no se quiso reconocer ninguna crisis.
LOS 426 EUROS
Paulino Rivero alabó la decisión del Ejecutivo central de proceder a esa erradicación de los 426 euros porque, afirmó, «tenemos que invertir en políticas activas de empleo, no podemos estar frente a una sociedad subsidiaria». El mandatario canario apostó por «una ciudadanía que se levante todos los días con ilusión, con ganas de afrontar nuevos retos y por eso hay que reorientar las políticas de empleo en este país».
Esperando esa letra pequeña que se definirá el viernes en el Consejo de Ministros, lo cierto, subrayó Rivero, «es que tenemos que reflexionar sobre la retirada de los 426 euros, pero siempre acompañada de esa apuesta clara y decidida por una políticas activas en el empleo, que fomenten la contratación y no estar a expensas de ese subsidio».
