El alcalde socialista de Las Palmas de Gran Canaria se mira en el espejo de José María Barreda. Al igual que el presidente castellano-manchego es capaz de desmarcarse de la línea trazada por su partido (aunque luego se desdiga de sus atrevidas y controvertidas manifestaciones), Jerónimo Saavedra no tuvo problema alguno en poner a caer de un burro las medidas emprendidas por Zapatero y el recorte de gastos sociales para primar otras inversiones. Tal vez se trate de una estrategia para evitar una derrota en las urnas, pero el edil socialista estuvo sembrado.
Saavedra se mostró hasta hiperbólico en la presentación de su candidatura al afirmar sin ningún género de dudas que «soy un hombre libre, porque en este partido somos personas libres».
El regidor de Las Palmas de Gran Canaria mostró sus críticas más aceradas contra el inquilino de la Moncloa al señalar que no era de recibo que «el mismo día que se anunciaba que el AVE llega a no sé cuántos kilómetros se decide que se va a suprimir la ayuda de 426 euros a los parados». Es evidente que Saavedra no tiene poder de decisión en el Gobierno de España, pero cuando menos fue una salida bastante sorprendente, siempre y cuando no se trate de una estrategia made in Barreda.
Tampoco se tuvo que quedar contento con la intervención del edil el presidente de Nueva Canarias. Román Rodríguez, empeñado en el tren para Gran Canaria, seguro que escuchó el ‘viaje’ que Saavedra le metió al proyecto. Cree el alcalde capitalino que ahora no es oportuna una infraestructura de este calado frente a todas las inversiones y gastos que hay que realizar en materia social.