El vicepresidente tercero niega la validez de la Ley de Aguas Canarias, pero luego recula

Chaves le cuela otro ‘sapo’ a Rivero

El Gobierno de España elude referirse al Archipiélago como la cuarta autonomía más grande

La visita de Chaves a las Islas ha venido a ser como la representación teatral de una gran mentira o del engaño masivo. Primero, la reprogramación de los 25.000 kilos del Plan Canarias, curiosa forma de denominar el impago de una partida prometida, y ahora lo del vodevil de las aguas canarias.

Cierto es que en este aspecto ningún socialista se pone de acuerdo. Zapatero otorga, López Aguilar habla de que es una tomadura de pelo y que no hay argumento jurídico que sostenga tal mentira y Chaves, que en principio se alinea con la tesis del timo, al final acaba claudicando. Sólo le faltó decir que esa denominación tiene la misma validez que un billete de 1.000 euros.

Y es que, en cuestión de horas, el vicepresidente tercero del Gobierno de España cambió la versión de los hechos, no fuese a pasar que Rivero se coscase de que se la habían metido doblada y a ver si luego en el Congreso Coalición Canaria no iba a mantener el apoyo a los Presupuestos Generales del Estado.

Chaves comenzó su periplo canario advirtiendo al Gobierno regional, en torno a la Ley de Aguas Canarias, que las competencias se definirán en una comisión bilateral entre el Estado y el Gobierno canario y no entrarían en vigor hasta que no se apruebe la reforma del Estatuto del Archipiélago.

Sin embargo, por arte de magia, el aviso se diluyó y al lado de Paulino Rivero manifestó que la proposición de ley sobre la delimitación de las Aguas Canarias, aprobada en el Congreso y que será ratificada en la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado el 22 de diciembre, «tendrá plena efectividad jurídica en cuanto sea publicada en el Boletín Oficial del Estado».

Chaves remachó la acción asegurando que «no estamos ante un acuerdo político sólo, no estamos ante un protocolo ni un convenio, sino ante una ley aprobada donde reside la soberanía», aseguró el ministro, para quien esta proposición de ley va a reforzar las señas de identidad de la comunidad canaria». Sólo le faltó añadir que Canarias será la cuarta autonomía más grande, que es lo que le gusta decir a los prohombres de Coalición.

 

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