Ni que hubieses descubierto la pólvora. Así reza uno de nuestros dichos tradicionales cuando a alguien se le ocurre una idea descabellada, simplona o que, simplemente, está expresada a tontas y a locas. De esta manera se podría definir una frase antológica de la diputada nacionalista Flora Marrero, que tuvo a bien decir este fin de semana en el Canarias Ahora Radio que por fin las Islas «se pueden llamar Archipiélago canario» por mor de la aprobación de la Ley de Aguas Canarias.
La diputada de Coalición Canaria, después de lo dicho por su ‘jefe’, Paulino Rivero, sigue en la línea de las reivindicaciones y asegura que lleva «30 años luchando por conseguir este paso», al tiempo que critica al PP por afirmar que las aguas de las Islas «sólo sirven para bañarse».
Marrero argumenta que «el mar que nos rodeaba no era un mar propio» (¿sería del vecino?) y dice tajantemente que con este reconocimiento «incrementaremos nuestra superficie y nos podremos llamar Archipiélago canario».
Expone Marrero que esta nueva situación jurídica «abre muchísimas posibilidades, no es sólo un tema de identidad, sino que también tendrá una serie de repercusiones económicas. El tiempo nos dará la razón».
Marrero planteó también la conveniencia de celebrar referéndum para decisiones de gran repercusión. «No nos vamos a poner a buscar petróleo, pero otra cosa es que cuando se hagan prospecciones, decidamos si queremos explotarlo».