Una teoría enrevesada donde las haya para defender un claro desplante a Galicia de un Presidente del Gobierno que parece ser alérgico a ella
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Defender lo indefendible. Ese parece ser el objetivo que persigue el columnista del ‘Faro de Vigo’ Ánxel Vence con su artículo ‘Qué manía con traer a Zapatero’, en el que justifica que el Presidente del Gobierno no haya venido a Galicia este Año Santo a pesar de ser el único líder estatal que no lo ha hecho en toda la democracia.
Vence critica que la Xunta reproche a Zapatero su ausencia, señalando que «el caso es meterse con el desventurado jefe del Gobierno» y recordando que «tampoco se desplazó a Sudáfrica para animar a la selección en la final del Mundial de Fútbol, y bien que le fue».
«A Zapatero lo vimos por aquí detrás de una pancarta cuando el «Prestige» teñía de color negro chapapote las costas de Galicia y pocas veces más, ciertamente. No quiere eso decir que el presidente se despreocupe de los asuntos de este reino, por supuesto; pero tampoco es que los gallegos asocien su imagen con la del Gordo de la Primitiva».
Este columnista asegura «no entender muy bien» la «obstinación de la actual Xunta presidida por el conservador Feijoo» en traer a Zapatero a Santiago, criticando que trata de «obligar a un agnóstico convencido a abjurar de su coherencia en materia de religión».
¿Pretender que un Presidente del Gobierno se desplace a una comunidad autónoma por la que este año han pasado miles y miles de peregrinos aunque solo sea para recibir al Papa, como Jefe de Estado, es obligarle a dejar a un lado sus convicciones religiosas? ‘Que baje Dios y lo vea’.
Vence explica, además, una peculiar teoría según la cual Zapatero es ‘gafe’: no gestiona mal, solo es que ‘es gafe’.
«Sólo sus más encrespados enemigos imputarán al presidente la culpa de la crisis que dejó sin empleo a más de cuatro millones de trabajadores en España, pero tampoco es menos verdad que el empobrecimiento general de este país ha coincidido con la etapa de Zapatero al mando. Y de ahí a deducir que es gafe, no hay más que un paso».
Y para justificar esta peculiar teoria pone varios ejemplos de «desdichas sobrevenidas a todos aquellos políticos que tuvieron en sus cercanías al presidente español»:
» Recuérdese, por ejemplo, el caso de la atractiva candidata a la jefatura del Estado en Francia, Segolène Royal, que perdió frente al mucho menos agraciado Nicholas Sarkozy tras recibir el envenenado apoyo de Zapatero durante la campaña electoral. A la imprudente Royal le bastó con citar a Zapatero como ejemplo a seguir para que sus votantes -e incluso sus correligionarios- huyesen aterrados de las urnas».
¿Eso es ser gafe? ¿ O es simplemente que los franceses no quisieron apoyar a alguien que secunda las tesis de un gobernante que ha sumido a España en una crisis económica profunda, con cuatro millones y medio de parados?
Y, como según este articulista, Zapatero tiene ‘gafe’, la Xunta debería ‘escarmentar’ y ‘tomar las precauciones adecuadas’.
Una teoría enrevesada donde las haya para defender un claro desplante a Galicia de un Presidente del Gobierno que parece ser alérgico a ella.
