Enésima tomadura de pelo del Ministerio del Interior a la Guardia Civil, con la anuencia, claro está, de la delegada del Gobierno en las Islas, Carolina Darias. Los agentes de la Benemérita continúan haciendo la custodia de presos en aquellos lugares donde la competencia la tiene que asumir la Policía Nacional o los propios funcionarios de prisiones. Uno de los últimos incumplimientos sobre el cuidado de reos tuvo lugar en San Bartolomé de Tirajana, localidad en la que la custodia debe ser realizada por funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía, pero que acabó siendo efectuada por la Guardia Civil.
De hecho, el subdirector general de la Inspección de Personal y Servicios de Seguridad de la Secretaria General de Estado para la Seguridad, Maximiliano García Cantos, ha solicitado un informe detallado para conocer los motivos por los que no se asumió por parte de la Policía Nacional la custodia de un preso trasladado desde la prisión provincial de Las Palmas a los calabozos de San Bartolomé de Tirajana. Este hecho tuvo lugar el 30 de noviembre de 2010.
La AUGC aclara que el 31 de julio de 2009 se publicó en el Boletín Oficial de la Guardia Civil, la Instrucción número 5 de la Secretaria de Estado de Seguridad, sobre Custodia y Conducción de Internos de Centros penitenciarios. Esta instrucción en su disposición cuarta apartado B sobre custodias, dice que «la custodia de internos fuera de los establecimientos penitenciarios corresponderá al cuerpo policial que tenga asignada la competencia territorial en el lugar de estancia».
Año y medio después, apunta el sindicato de la Benemérita, en la isla de Gran Canaria todavía son los guardias civiles los que realizan la custodia de internos en los juzgados de los municipios de Telde y de San Bartolomé de Tirajana, en lugar de realizarla miembros de la Policía Nacional, ya que es este cuerpo el competente en estas localidades».
Además, en Lanzarote, concretamente en la prisión de Tahiche, «se está incumpliendo Real Decreto 190/1996 por el que se aprueba el reglamento penitenciario, especialmente en lo relacionado con la seguridad de los establecimientos, ya que son los guardias civiles allí destinados los que realizan la apertura de puertas y permiten la entrada de vehículos, cuando en esta legislación se especifica de forma muy clara que esta es una misión exclusiva de los funcionarios de prisiones».
