Rivero vuelve a la carga con su matraquilla demográfica y de la cantinela del que ‘aquí no caben más’…salvo que sean turistas claro. El presidente canario, capaz de ver un negocio a varias leguas de distancia (aguas canarias incluidas), rescata una vez más el absurdo debate sobre la limitación de la residencia en las Islas, pero lo desliga, curiosamente, de la llegada de visitantes al Archipiélago. Sólo le falta estar con el cuño a la entrada de los aeropuertos insulares para marcar a los turistas y ponerles un chip localizador, no vaya a ser que se queden.
Rivero, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha defendido que «la llegada de turistas no tiene nada que ver con una eventual limitación de la residencia» en las Islas al tiempo que ha recordado que el Archipiélago «tiene ya las infraestructuras turísticas precisas para atender a más de once millones de visitantes al año».
El mandatario canario insiste en «la necesidad de llevar a cabo una reflexión sobre la población en las islas. La sociedad en su conjunto debe reflexionar sobre el modelo de desarrollo que hemos seguido en Canarias en las últimas décadas y analice si ese crecimiento se puede mantener en el futuro».
Eso sí, Rivero se pregunta y se responde el sólo porque afirma que «mi opinión es que no. Sólo tenemos que fijarnos en los datos: en la década 1997-2007 el crecimiento vegetativo de la población en Canarias fue de 85.000 habitantes, mientras que el aumento de la población fue de 600.000. Es decir, pasamos de 1,4 millones de habitantes a los 2,1 millones actuales. ¿Un territorio frágil, insular y fragmentado como Canarias puede seguir soportando un crecimiento similar? La respuesta es no», aunque las cosas cambian si permutamos el concepto de residentes por el de turistas.
Y pesar que desde Europa ya le han dicho que no a su proyecto de limitar la residencia y el libre tránsito de personas, Rivero insiste en afirmar que «la Comisión Europea está realizando un estudio muy serio para determinar cómo afecta el crecimiento demográfico a la prestación de servicios y al empleo en las regiones ultraperiféricas. Es la propia Comisión la que, a instancias de las RUP, está elaborando ese análisis. Si ha aceptado realizar ese estudio, es posible que también en el futuro permita excepciones en esta materia».