Paulino Rivero es un maestro en el arte de decir hoy una cosa, mañana la contraria y al día siguiente ninguna de las dos anteriores. La última intervención del presidente del Gobierno de Canarias en la televisión autonómica no tuvo desperdicio. Una vez más tira de los medios públicos para hacer propaganda de lo bien que lo hace y de saber ocultar hábilmente aquellos aspectos en los que su gestión deja bastante que desear.
Hace unos pocos días, el jefe del Ejecutivo regional reclamaba energía y esfuerzo «para salir del bache en el que nos encontramos». Pues bien, en su comparecencia ante las cámaras de la Tv Canaria, justo entre las noticias y la serie La Revoltosa, la serie de más audiencia, Rivero colocó su mensaje de que «las predicciones para 2011 en materia económica son esperanzadoras».
Cierto es que en los últimos cinco meses la tasa de desempleo ha ido bajando, incluso en diciembre lo hizo en 2.000 personas y se sitúa ya por debajo de las 260.000. Sin embargo, la promesa de Rivero antes de que concluyese la legislatura es que el paro iba a bajar en unas 80.000 personas y lo dijo cuando la cifra ya rondaba los 265.000. Por tanto, si Pitágoras no engaña, a 22 de mayo de 2011 el número de personas sin ocupación en las Islas debería ser de 185.000.
Y pese a que su partido en Gran Canaria llama «Pinocho y mentiroso» a Zapatero, Rivero sigue a lo suyo y afirma que los acuerdos con el Estado «benefician al Archipiélago, como la bonificación tasas aeroportuarias; 110 millones de euros para un plan empleo; 40 millones de euros para un plan infraestructura turísticas; 40 millones de euros para un plan de infraestructuras educativas; 23 millones para la agricultura y ganadería; la apuesta por el desarrollo industrial de Canarias; el compromiso para el reconocimiento de las aguas canarias o el control de la inspección laboral». Eso sí, del Plan Canarias, el de los 2.500 millones por año hasta 2020 no dijo ni media.
