Pintan mal las encuestas electorales para el PSOE a nivel nacional y parece que el virus se contagia en las Islas. El efecto López Aguilar se escurrió entre las manos con la misma rapidez que desaparece un dulce a las puertas de un colegio. José Miguel Pérez, por muchos apoyos que pueda tener en el PSOE, no llega al gran público y eso que ha gozado de cuatro años de autopromoción por su presidencia accidental en el Cabildo de Gran Canaria.
Profesor universitario de Historia y socialista por conveniencia, José Miguel Pérez resulta casi un desconocido entre los canarios. En Gran Canaria ha vivido cuatro años sustentado por los votos de la formación de Román Rodríguez, Nueva Canarias. Las elecciones de 2007 no las ganó, pero esperó el tiempo mínimo reglamentario para presentar una moción de censura al PP.
Dicen quienes mejor le conocen que representa al “hombre del traje vacío”. Lo mejor que tiene es que se parece al humorista Manolo Vieira, pero desde luego hace menos gracia que el cómico y si no, por ejemplo, que se lo digan a los bomberos, con los que tiene un conflicto laboral de difícil resolución.
Ahora, además, tiene el problema añadido de que tiene que pensar en clave regional, amén de seguir gestionando un Cabildo grancanario donde ya no se va a presentar. El suelo se le mueve por todos los lados. En Tenerife tiene una papa caliente con un PSOE roto, con gestoras aquí y allá. En el reino socialista gomero, es decir Casimiro Curbelo y compañía, pasan de él.
Canarias 7 le promociona porque le considera un político débil y manipulable. El gran faraón y gloria del PSOE, Jerónimo Saavedra, crea una atmósfera irrespirable con intrigas y confabulaciones. Lo más positivo que ha oído en estos últimos meses es que se parece a Manolo Vieira. Bastante significativo.