Malos tiempos corren para El Día. El periódico del editorialista secesionista está financieramente con el agua al cuello. Cuentan los compañeros de El Digital de Canarias que el capricho de la licencia de la TDT le está saliendo por un pico a José Rodríguez Ramírez y, amén de una mala gestión por parte de uno de los responsables de la tele que ya no está, los ingresos en publicidad no acompañan, pero se niega a renunciar al proyecto audiovisual y los recortes van dirigidos al periódico.
Lo cierto es que ya se sabe que a finales de 2011 la rotativa será desmantelada y el producto será impreso en Tf Print, lo que supone que varios empleados engrosarán la lista del paro. Pero es que la situación económica es tan mala que no sólo la tijera se mete en talleres, sino que la redacción ya tiene la espada de Damocles sobre su cabeza y las opciones que se vislumbran no son nada buenas.
La primera de las medidas que se sopesa es echar a unos diez trabajadores y quitar dos de las cuatro pagas extras que se abonan en el rotativo. La segunda es proceder a un expediente de regulación de empleo que afectaría a 33 personas de la plantilla. Hace ya muchos meses se procedió al despido ‘pactado’ de algunos periodistas, pero el grueso se puede producir ahora.
El problema, no obstante, no se solventará con estos despidos. La televisión de El Día seguirá produciendo pérdidas y, por tanto, continuará siendo un lastre para la viabilidad de una empresa que, hasta la fecha, había sido de las más sólidas del sector periodístico canario. Ahora, en cambio, a su editorialista le preocupa más la independencia que la situación laboral de sus trabajadores.
