La excusa que la Delegación de Bienestar Social de Guadalajara ha dado recientemente es que no hay dinero y aunque las nominas han sido enviadas a Toledo no se sabe cuando se abonaran
Los pensionistas de Castilla-La Mancha siguen sin cobrar sus ayudas. La situación ya es alarmante para quienes todavía no han percibido la cuantía que tenían que haber cobrado en diciembre.
La indiferencia del gobierno de Barreda ante la difícil situación es notoria. Contrasta mucho la dejadez de los dirigentes socialistas con el debate que hubo anoche en la televisión pública de la región, en el que el periodista José Mari Calleja alabó constantemente al presidente regional por sus ‘modélicas’ políticas sociales.
Las pensiones no contributivas son complementadas por la Junta de Castilla la Mancha con unas ayudas en modo de pagas que se dan dos veces al año, una en Junio y otra en Diciembre.
Resulta que la mensualidad que se debería haber pagado a finales del año pasado no se ha entregado todavía
La excusa que la Delegación de Bienestar Social de Guadalajara ha dado recientemente es que «no hay dinero y aunque las nominas han sido enviadas a Toledo no se sabe cuando se abonaran».
Cuesta creer que estas ayudas, que se dan a personas con rentas bajas, minusválidos y gente que las necesita de verdad no se hayan pagado todavía, estando ya en febrero. Además, hay que tener en cuenta que el importe de las mismas se limita a 350 euros. Un verdadero escándalo.
Pero las pensiones no contributivas no son las únicas ayudas que han dejado de recibir los mayores y los sectores más desfavorecidos de la sociedad, ya que la cuantía íntegra de la Ley de Dependencia que se deberían haber abonado desde diciembre, tampoco han sido abonadas a tiempo
Tanto el consejero de Sanidad, Fernando Lamata, como el presidente Barreda, están más centrados en la precampaña electoral que en solucionar los problemas reales de los ciudadanos.
A pesar de esta alarmante situación, Barreda sigue chuleando de políticas sociales. El discurso del bienestar es uno de sus preferidos, un ‘cuento chino’ que ya nadie se cree.