Compraron terrenos a bajo precio a sabiendas de que luego se revalorizarían

Los negocios del clan Curbelo

Casimiro 'retuvo' quince meses el Plan de Ordenación para que su hermano adquiriese las propiedades

Los negocios del clan Curbelo
Casimiro Curbelo.

Los tejemanejes de Casimiro Curbelo no se limitan a las contrataciones irregulares que ha destapado Periodista Digital. Nada más lejos de la realidad o, ¿tal vez habría que decir nada más lejos del pasado? Las ‘perlas’ del presidente del Cabildo de La Gomera tienen su arranque décadas atrás, aun a riesgo de ser inhabilitado por segunda vez. En esta ocasión, el protagonista de la trama es Hipólito Curbelo Curbelo. ¿Les suenan los apellido, verdad? En efecto, se trata del hermanísimo del político y senador socialista.

La sutileza, parece evidente, no es el fuerte del clan Curbelo. Casimiro, quien en 1987 vio truncadas sus aspiraciones de convertirse en el virrey de la isla colombina por una inhabilitación como alcalde de San Sebastián, se encargó de realizar un pingüe negocio con su hermano Hipólito. La redacción del Plan Insular de Ordenación del Territorio (PIOT) fue la excusa perfecta para conseguir de los vecinos la propiedad de una serie de fincas a un precio bajo y, una vez comprados todos los terrenos que interesaban a los Curbelo, entonces salió adelante el famoso PIOT.

Pero, ¿y qué tiene que ver ese Plan con el enriquecimiento patrimonial del dúo curbeliano? Sencillo. El Cabildo comienza en 1991 la redacción del Plan. Lo único que debían hacer sus redactores es seguir las pautas que, detalladamente, les daba el presidente. El avance del Plan le fue entregado a Curbelo quince meses antes de que éste lo diera a conocer al Pleno de la Corporación, el día 29 de enero de 1994. Y es en este lapso de año y tres meses cuando se produce el gran pelotazo.

Durante el tiempo que transcurre entre la entrega del avance y su conocimiento por parte del Pleno, Hipólito Curbelo desarrolla una frenética actividad adquisitiva, comprando contrarreloj 28 fincas rústicas y varias casas rurales, situadas en los parajes de Seima, Ayamosna y El Verodal, en el término municipal de San Sebastián.

Todas, qué curioso, favorecidas por el PIOT como idóneas para el turismo de senderismo rural, pero sin que los dueños supieran tal calificación porque se había retenido a sabiendas ese documento, de ahí que vendieran esas propiedades a un precio muy bajo. La superficie total de las fincas es aproximadamente de doscientos mil metros cuadrados. Y también en Los Aceviños, Hermigua, realizó adquisiciones en las mismas condiciones.

En el PIOT, se proponía la rehabilitación de varias casas y caminos rurales, en especial un largo camino de herradura que une San Sebastián con los caseríos de Contreras, Simancas y Playa de Santiago, núcleo turístico de incuestionable relevancia. La finalidad, fomentar el turismo por los senderos que discurren a través de los terrenos adquiridos por Hipólito Curbelo.

Estas actuaciones evidencian cómo, desde el año 1993, Hipólito Curbelo, con la complicidad de su hermano Casimiro, de forma continuada se ha beneficiado y enriquecido ilícitamente, recurriendo a la infidelidad en la custodia de documentos oficiales, a la información privilegiada y al tráfico de influencias. Se trata de otro de tantos ejemplos del caciquismo elevado a la enésima potencia.

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