El presidente elude sus errores

Rivero: ‘El paro no es mío’

El jefe del Ejecutivo echa la culpa del desempleo a la presión demográfica

Rivero: 'El paro no es mío'
Paulino Rivero.

Paulino Rivero no pudo presumir en su plúmbeo discurso pronunciado en el Debate sobre el Estado de la Nacionalidad de los logros en empleo. Las rimbombantes cifras sobre creación de puestos de trabajo que siempre ha esgrimido cual Nostradamus se quedaron aparcadas en su despacho. Ni 80.000, ni 45.000 ni siquiera 20.000. Los datos oficiales cantan que el mandato de Rivero ha sido el de la destrucción, de 135.000 parados en junio de 2007 a los casi 260.000 con los que se cerró el mes de enero de 2011.

Rivero, a pesar de los pésimos datos, precisó en sede parlamentaria que la crisis se debió a que su gabinete apostó por “atender primero a lo urgente, con medidas destinadas a crear empleo y compatibilizar lo urgente con lo necesario, que fue la competitividad de la economía y su diversificación”.

Eso sí, para intentar ocultar su fracaso en este aspecto, Rivero rescató una vez más del baúl de los recuerdos el discurso protonacionalista de la limitación de la residencia. Aseguró que la Comisión Europea sigue elaborando un estudio para poder analizar en concreción la capacidad democrática de Canarias.

El presidente canario, lejos de realizar una autocrítica, responsabilizó de este hecho a la llegada de personas de otros lugares y que a su entender produjeron que se hayan generado 4.000 nuevos desempleados en el Archipiélago.

Y como datos contantes y sonantes (al menos en clave positiva) no tenía para argumentar su optimismo, Rivero se lanzó por el tobogán de la demagogia y de la futurología para señalar que “Canarias está saliendo de la crisis y se recupera antes que España”.

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