Los nacionalistas canarios precisan toneladas de The Memory. De otra forma no se puede entender que tras poner de vuelta y media a los populares por criticar al Gobierno del Estado a cuenta de los incumplimientos del Plan Canarias, ahora sean los hombres de Rivero los que salen a denunciar que el Gobierno de Zapatero les ha engañado vilmente con esa partida económica de 25.000 millones en una década.
El paso del tiempo puede acariciar aún las salidas de tono de la presidenta de Coalición Canaria, Claudina Morales, cuando se las tenía tiesas con José Manuel Soria. La máxima exponente de la formación aseguraba que el Plan de Canarias se iba a ejecutar como estaba previsto y que todo era fruto del «esfuerzo de CC a través del Gobierno y de sus diputados en Madrid y no a la dejadez del PP, cuyo líder nacional, Mariano Rajoy, ni siquiera ha cumplido la promesa de interesarse por su desarrollo en sede parlamentaria».
Sin embargo, esta pasada semana era el portavoz de CC en el Parlamento regional quien afirmaba al periódico El Día sobre el cumplimiento del Plan Canarias que es «más bien negativo» el balance de su ejecución, si bien matizó que el giro de su grupo tampoco significa un aval al 100% a las críticas de los populares. «Es cierto que el plan no va como debería desarrollarse, pero seguimos pensando que es algo bueno para las Islas».
Y tampoco hay que dejar caer en saco roto las declaraciones a mediados de 2010 de Paulino Rivero: «Es problema de Montoro considerar que sea un plato de lentejas que (a través del Plan Canarias) se hayan consignado 70 millones de euros del ITE; 150 millones para los parques tecnológicos de Tenerife, Gran Canaria y Fuerteventura; 12 para la reindustrialización; 23 para la ampliación del Posei; 18 para promoción turística; 40 para las infraestructuras educativas, y 42 para las políticas activas de empleo».
El Plan Canarias, le guste o no a CC, ha sido el gran engaño perpetrado por el gabinete de Zapatero. En octubre de 2009, en un Consejo de Ministros celebrado en las Islas, Zapatero anunciaba muy ufano la aportación de una partida extra de 25.000 millones para el Archipiélago a lo largo de esta década.
Sin embargo, ni en los Presupuestos de 2010 ni en los de 2011 viene consignada esa aportación, pese a lo cual, Rivero negoció el apoyo a los PGE y Oramas y Perestelo han ejecutado con maestría desde su escaño en la Carrera de San Jerónimo.
Lo surrealista de este ejemplo del timo del tocomocho es que el vicepresidente tercero ha insistido en la «reprogramación» del denominado Plan Canarias, por el que Madrid se compromete a aportar 25.000 millones de euros en la próxima década en el Archipiélago. “No ha habido recortes, ha habido reajustes” explicó y matizó que el Gobierno de Canarias tiene el compromiso del Ejecutivo central de que el Plan “sigue en pie”, aunque todo hace indicar que se trata de un pie con una cojera más que evidente.
