¿De dónde salen los miles de euros que está costando la precampaña del candidato Gustavo Matos a la alcaldía de La Laguna? Porque no es nada barato el coste del alquiler de esos espacios publicitarios. ABC Canarias detalla que el coste puede rondar los 1.500 y según la empresa Oblicua el gasto, en el caso de que la valla se arrendase durante un año, saldría a 950 euros al mes. Obviamente, pensando en que el objetivo es llegar al 22 de mayo, tiene todos los visos de ser más cercana la cantidad ofrecida por el rotativo.
El político socialista está anunciándose, nunca mejor dicho, por todo el municipio, e incluso ‘pisando’ el quicio del vecino Santa Cruz de Tenerife, entre el Hospital de Nuestra Señora de La Candelaria y el puente de Taco. Decenas de vallas con su rostro y lema jalonan los principales puntos de Aguere. Y eso que el secretario del área de ciudades y política municipal socialista, Antonio Hernando, había prometido una campaña austera y cercana.
Cuenta el periodista Javier Reyes en ABC Canarias que:
Ya a finales del año pasado, desde el PSOE lagunero se hizo un avance inicial muy agresivo sobre la calidad del agua del municipio, pero ha sido en enero cuando la campaña se ha centrado exclusivamente en Matos. Los mensajes, de lo más variopinto, recorren las vallas de casi todo el municipio. Desde «se ofrece un alcalde sin engaños» al más polémico «yo tampoco creo en los políticos», que al final iba asociado a una coletilla final del tipo «sin ilusión». En este anuncio se ve a un Matos vestido con tenis, vaqueros y camiseta. «Queríamos mostrar que los políticos también somos gente normal, que no va siempre con traje y corbata. No somos extraterrestres».
Sobre el origen de los fondos económicos, no obstante, se muestra algo incómodo. Bien es cierto que para Ferraz y la dirección regional, Santa Cruz y La Laguna son dos objetivos estratégicos con tal de evitar el desplome socialista, pero a muchos no les salen las cuentas. «Una valla no cuesta tanto, y no hay tantas, lo que pasa es que están bien colocadas. Lo que me molesta es que se hagan acusaciones veladas de que hay algo ilegal», señala.