Graves deficiencias en el instituto de enfermedades neurológicas que ha visitado el socialista

Abroncan al ‘insensible’ Barreda en Guadalajara echándole en cara la muerte de un paciente en un hospital

El PSOE de Castilla-La Mancha sigue haciendo de la sanidad y del bienestar su grandes bazas políticas

Abroncan al 'insensible' Barreda en Guadalajara echándole en cara la muerte de un paciente en un hospital
José Mª Barreda, Fernando Lamata y Emiliano García-Page

También faltan puntos de luz en pasillos y habitaciones, debiendo acudir el personal sanitario a los cuadros de luces y levantar el automático, automático que en muchas ocasiones está pegado con cinta aislante

Miembros del equipo sanitario del Instituto de Enfermedades Neurológicas del Hospital de la Merced de Guadalajara han denunciado ante Barreda «graves deficiencias materiales y estructurales» en este centro, según han informado fuentes del equipo médico.

Por supuesto se ha puesto de manifiesto la tremenda insensibilidad del socialista que se ha negado a escuchar y atender dichas reclamaciones, demostrando una vez más que no está acostumbrado a que se le lleve la contraria

Las manifestaciones se han llevado a cabo en una visita que ha hecho el presidente regional a dicho centro

Los trabajadores del centro de Guadalajara denuncian que no funcionen los timbres de urgencias de las habitaciones de los enfermos, que en su mayoría son pacientes con graves trastornos psicogeriátricos.

Esta situación provocó que el 10 de marzo de 2010, un auxiliar de clínica que desconocía que dichos timbres no funcionaban llamó reiteradamente para pedir ayuda médica ante una emergencia, sin que se personara ningún médico.

Minutos después, la paciente falleció por insuficiencia respiratoria, por lo que se puso este hecho en conocimiento de la dirección y gerencia del centro, «sin que al día de la fecha estos timbres estén conectados», a la vez que se preguntan si esta mujer estaría viva si hubieran funcionado estos timbres

A pesar del paupérrimo estado de algunos centros hospitalarios, el gobierno presidido por Barreda sigue alardeándose de sus instalaciones sanitarias. Poca vergüenza les da a los socialistas ver la triste realidad de las dependencias públicas de la Junta de Comunidades.

La situación de algunos juzgados de la región -en los que los informes oficiales están tirados por el suelo y llenos de excrementos de palomas- y la falta de revisiones eléctricas de los centros de educación de Castilla-La Mancha, habían sido motivos suficientes para pensar en el desinterés y dejadez de Barreda. Ahora, el socialista ha dejado clara su pasividad e irresponsabilidad

El centro alcarreño, que lleva ocho años en obras para su integración en la red regional sanitaria de la Junta tras haber pertenecido a la Diputación de Guadalajara, tampoco cuenta con ascensores habilitados con el suficiente tamaño para el transporte de camillas de los enfermos.

Así, según estas fuentes médicas, hay hasta ocho elevadores, y solo uno de ellos mide 110 centímetros por 230, lo que le permite admitir una cama de 90 de ancho por 200 centímetros de largo, que junto con las barras de protección llega a medir 97 centímetros de ancho, «cuando ninguno de los otros siete ascensores mide más de 90 centímetros de ancho».

También denuncian el maltrato al que se somete a los enfermos, por ejemplo cuando se les obliga a fumar en el exterior bajo una marquesina haga frío o nieve, cuando la ley permite que haya dependencias habilitadas en el interior para este tipo de centros de atención mental

Otra fallo estructural denunciado es la existencia de una viga horizontal en la puerta principal, por lo que no puede acceder al interior del centro ninguna ambulancia de soporte vital, debiendo ser los sanitarios quienes lleven al paciente hasta allí en silla de ruedas o andando, «llueva o nieve».

Del mismo modo, los sanitarios critican la inexistencia de planes de emergencia y evacuación, falta de plan de prevención de riesgos laborales, plan de evacuación de enfermos, con puertas bloqueadas y con cadenas para que no se escapen, ausencia de aceras en los trayectos exteriores con grave riesgo para la seguridad de los peatones y alcantarillas en mitad de los pasillos son otros de los fallos detectados en la puesta en marcha de este centro.

Asimismo, fuentes del equipo médico han señalado que también faltan puntos de luz en pasillos y habitaciones, debiendo acudir el personal sanitario a los cuadros de luces y levantar el automático, «automático que en muchas ocasiones está pegado con cinta aislante».

El hospital, que cuenta con dos plantas, solo tiene habilitada la primera de ellas en las que están acogidos noventa pacientes psicogeriátricos, 25 del servicio de estancias diurnas y otros 25 de la Unidad de Medias Estancias.

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