El líder del Centro Canario traiciona sus principios a cambio de un escaño

González (CCN): De enemigo de Rivero a ir su plancha

El 'nuevo fichaje' de Coalición Canaria propugnaba una formación nacionalista al margen de CC

González (CCN): De enemigo de Rivero a ir su plancha
Paulino Rivero e Ignacio González.

Coalición Canaria ha ‘fichado’ a un trepa, a la par que incoherente, de la política autonómica. No se mueve por ideales políticos, sino más bien acude al reclamo del calorcito de un escaño en el Parlamento regional y, a ser posible (ya puestos) una consejería en la que seguir en el machito del poder. Así va por la vida Ignacio González, que deja tirado al CCN como marca independiente para unirse a CC. Lo curioso es que hace sólo unos meses propugnaba la unión de los nacionalistas escindidos de CC.

González manifestaba en Diario de Avisos que:

«Estoy muy satisfecho del acuerdo que hemos alcanzado Coalición Canaria y el Centro Canario Nacionalista porque lo contrario hubiera sido un auténtico fracaso para el nacionalismo canario. Hemos logrado una firma que ha sido muy trabajada, y que ha finalizado en éxito, con la mirada puesta en las elecciones del próximo mes de mayo. Hay que reconocer que ha sido complicado debido, principalmente, a la cercanía de las elecciones y porque había que poner de acuerdo a dos grandes fuerzas nacionalistas. Y ahora entramos en una segunda parte, mucho más complicada, porque hay que extender este acuerdo de las listas al Parlamento a otras administraciones públicas. Sin duda, el nacionalismo canario es ahora mucho más fuerte».

Y de paso aprovecha para darle un soberano repaso a Nueva Canarias, fuerza con la que pensaba concurrir a estas elecciones:

«Le voy a dar un dato. En Gran Canaria, la suma de CC y el CCN supera a Nueva Canarias con creces, de hecho la dobla. Estamos hablando de que vamos a recuperar el terreno perdido en Gran Canaria. Seguramente, después de estas elecciones, habrá un debate interno en Nueva Canarias».

LOS ATAQUES A CC

La hemeroteca, verdadera pesadilla de los políticos, viene a sacar los colores a Ignacio González. Esto es lo que venía a decir el 21 de agosto en un artículo publicado en La Opinión de Tenerife. Impagable:

Las encuestas comienzan a dibujar un nuevo escenario político en Canarias, tras las próximas elecciones que se celebrarán dentro de tan solo nueve meses.

El análisis contempla incluso los efectos de una gran coalición que incorporara además de NC y el CCN, al PIL y al PPM, que podría obtener hasta 10 diputados. En este último caso, el actual pacto formado por CC y el PP no alcanzaría los 31 diputados necesarios para gobernar y el PSOE, aún bajando, estaría en condiciones de formar un nuevo gobierno si pactara con la nueva coalición nacionalista.

Otro de los efectos previsibles de la entrada de un nuevo grupo nacionalista en el Parlamento sería la ruptura del nacionalismo canario en dos y la posibilidad de que el nacionalismo gobernante sea la nueva formación con las imprevisibles consecuencias sobre la unidad de CC que produciría su paso a la oposición. El CCN lo intentó. Nos reunimos con todos los partidos nacionalistas que antes formaron parte de CC para evitar la ahora inevitable ruptura parlamentaria, pero fue imposible porque CC sorprendentemente nunca quiso, siendo ellos los que más tenían que perder, como evidencia ahora la encuesta.

La inexistencia de un líder con visión de estado, la soberbia política, la mediocridad, la ausencia de un verdadero debate interno sobre el futuro del nacionalismo canario, los odios personales, la desconfianza enfermiza, y la falta absoluta de altura de miras fueron las principales causas para que todos los esfuerzos de reunificación nacionalista que intentamos desde el CCN fracasaran contra el muro de CC.

La mala noticia para el nacionalismo canario es que CC, desgraciadamente, está encallada en un viaje sin retorno hacia ninguna parte, al que arrastra incomprensiblemente al histórico PNC, hasta que los electores la coloquen definitivamente en la oposición. Entonces tendrán que hacer lo que debieron haber hecho antes, renovarse, perdonarse y reagruparse, por el bien de Canarias.

La ceguera política les llevó a entender como un signo positivo de madurez política la reelección, sin contestación y por unanimidad, de Paulino Rivero a la Presidencia del Gobierno de Canarias. Hemos superado la necesidad de la alternancia entre Tenerife y Gran Canaria de los candidatos a la presidencia del Gobierno por CC, dijeron, cuando, en realidad, lo que evidenció su reelección fue la absoluta ausencia de otros posibles candidatos de Gran Canaria, debida a la práctica desaparición de CC en esa Isla.

La buena noticia para el nacionalismo canario es que hay alternativa. Una alternativa de gobierno con posibilidades de recoger el relevo político generacional de CC y dar un nuevo y necesario impulso al nacionalismo canario desde la corrección de anteriores errores y con el firme convencimiento de la necesidad de un nacionalismo fuerte y reivindicativo en Canarias para recuperar nuestro lugar en España y en Europa, que tuvimos en el pasado y perdimos en estas dos últimas y nefastas legislaturas. El estudio demuestra que juntos, los otros nacionalistas, podemos gobernar en Canarias dentro de nueve meses. La última palabra la tendrán los canarios en las próximas elecciones pero la posibilidad existe.

 

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