Son del mismo partido, Coalición Canaria, pero debe ser que actúan por libre y cuando uno dice blanco, el otro dice negro. El episodio protagonizado por los titulares de Sanidad y de Empleo del Gobierno de Canarias, Fernando Bañolas y María del Mar Julios, respectivamente, merece un hueco de honor en la historia de las astracanadas más desternillantes. Mientras el responsable del área sanitaria abogaba por subir los impuestos para garantizar la sostenibilidad del sector, la también vicepresidenta canaria aseguraba que no se iban a tocar un impuesto al alza. ¿En qué quedamos?
Bañolas admitió la posibilidad de incrementar los impuestos si no se encuentran alternativas para hacer viable el sistema sanitario. «Será una decisión que habrá que tomar en los próximos meses, ya que si no se introduce otro tipo de acciones tendremos que hablar de aumentar impuestos; es un asunto que hemos debatido y que está sobre la mesa».
En los últimos años el gasto sanitario ha pasado de 1.598 a 2.882 millones de euros, es decir, un 80% más, y el déficit que se arrastra es de unos 1.500 millones de euros. Ante esta situación, o hay un pacto de Estado que garantice el mantenimiento del servicio público sanitario o se llegará a una situación insostenible que obligue a subir impuestos si se quiere mantener la actual cartera de servicios y prestaciones.
Por su parte, Julios negó tajantemente que el Gobierno canario se plantee “una subida de impuestos para costear los servicios públicos educativos y sanitarios. La situación económica actual no puede afectar a las familias ni los ciudadanos pueden ser afectados”.
Eso sí, culpó al PSOE y al PP, recurso lógico cuando no hay argumentos, de haber dejado escapar la oportunidad de llegar a pactos de Estado en este y otros aspectos.
