El ahorro puesto en marcha por el Gobierno de Canarias está afectando notablemente a la actividad cotidiana de los funcionarios. Según los centros de trabajo a los que estén adscritos, y en pos de un ahorro de energía eléctrica, se ha dado la orden de que no entre ninguno a sus puestos antes de las siete y media de la mañana y que no estén más allá de las cinco de la tarde.
Inicialmente, uno puede pensar que la medida, incluso, puede beneficiar a aquellos amantes de no tener que madrugar, puesto que hay una flexibilidad en el horario para cumplir las 7-8 horas diarias de lunes a viernes, pero no es así. Hay funcionarios que, por motivos familiares, les venía mejor entrar a trabajar a las siete de la mañana y salir a las dos de la tarde. Pues ya no, ahora tienen que esperar por fuera de los recintos. Y es que ahora se quiere evitar que haya luces encendidas para ahorrar el máximo posible.