Paulino Rivero pretende seguir aferrado al manual de las mentiras de corto recorrido. Se denominan así porque, de otra manera, no se entiende que se arriesgue a pronunciar en sede parlamentaria que la educación en Canarias va como la seda cuando, precisamente, informes objetivos como PISA le han venido a desacreditar el nivel que hay en el alumnado canario. Pero, claro está, toca elecciones y hay que agarrarse a cualquier tabla…aunque sea la de multiplicar falacias y medias verdades.
El presidente del Ejecutivo regional subrayó que la educación del Archipiélago se encuentra al nivel de las mejores de Europa así como que «el presupuesto educativo es suficiente dado el marco económico, lo que permite alcanzar el objetivo estratégico de mejorar la calidad de la educación y la formación».
Rivero presumió de de una red de centros educativos y una ratio de alumnos por profesor equivalente a las mejores de Europa, así como que los docentes de las Islas están entre los mejor pagados de España.
La cara B de la bucólica situación esbozada por el mandatario nacionalista es que el informe PISA coloca a Canarias a la cola de las autonomías españolas en materia de lectura comprensiva y en matemáticas, así que si en casa propia se está a esos niveles, en el conjunto de la Unión Europea el panorama no puede ser más dantesco.
Tampoco hay que olvidar que en dos años se han producido más de 3.500 bajas de docentes que, en muchos casos, según han denunciado los sindicatos, no se han cubierto, dejando a los alumnos en claro desamparo académico o realizando actividades de relleno y meramente superficiales para intentar cubrir el expediente.
