De entrada les tengo que decir –porque soy muy ecuánime, si no, no se los diría–, que hay una errata en el título. Sí hermosos y hermosas, míos y mías. Qué le vamos a hacer. Le pasa a cualquiera que se llame Florindo, pongamos por caso, o cosas peores. Por cierto que el corrector gilipollas del Guillermito Gates me dice que no existe Florindo en español; y me sugiere: Florando, Florido y Flor indo. Vete a cagar, Guillermito.
La cosa es que podría quitar el corrector, pero no me acuerdo como se hace y además igual se lo toma mal y tengo un disgusto. O se me echa a llorar el corrector, y tengo otro disgusto. Porque la cosa es que me gustaría escribir alguna vez: ¿“me” “se” oye…?; sin tenerle que poner comillas como he tenido que hacer ahora. Debe ser que las comillas actúan con el corrector de Guillermito igual que la kryptonita verde con Superman… Bien, vale, corrector de Guillermito, ¡menuda cultura cinematográfica la tuya! ¿Ustedes se pueden creer que el muchacho, o muchacha, o sea el corrector/a, no conoce ni la Kryptonita ni al Superman…? ¡No sé dónde iremos a parar, la verdad, con tanto desenfreno!
–¿Usted cree que pega ahí eso del desenfreno, pollo…?
–No señora, en absoluto. Pero reconozca que soy más guapa que usted.
–¡Grosero!
Bueno, ya está bien de divagaciones. Retomando a Godot, o a su puñetero hermanastro Segismundo, esto se tenía que haber titulado: “De cañas con Zapatero”. Y no de coñas. Porque es que resulta que, un año más, el actual presidente del Gobierno ha sido el personaje favorito elegido por los canarios/as para irse de cañas con él. También ganó en toda España, ¿eh…? O sea que no es que los canarios tengamos el gusto enfermo. O al menos más enfermo que en resto del país. ¿Estamos…? Zapatero se puso por delante del Rey Juan Carlos en esta cosa. Que esta cosa no les he dicho que es un entretenimiento, en forma de encuesta, que realizan todos los años “Cerveceros de España y olé, torre del Oro”. La verdad es que me parece una descortesía bien grande, el que Zapatero le haya ganado al Rey. Pero bueno.
A un servidor le hubiera gustado más ir con el Rey de copas que con Zapatero. Con el rey de bastos sin embargo, pues no. Y fíjense ustedes lo que hacen un par de comas. Porque si hubiera puesto: “A un servidor le hubiera gustado más ir con el Rey, de copas, que con Zapatero”. Pues no habría podido poner el supuesto chiste del rey de bastos. Que tampoco es una cosa de chiste como para tirar voladores, la verdad.
El Rey nuestro, o sea Don Juan Carlos, tiene más conversación que Zapatero. ¡Donde va a parar! Y es mucho más divertido tirando a cachondo. Con la ventaja añadida de que, entre caña y caña, Don Juan Carlos no lo sometería a usted a soportar aquella gilipollez supina de Zapatero de: “La Tierra no es de nadie, y solo pertenece al viento”.
En la cervecería donde va un servidor, que se llama “La Flor de Estepa…” Ah no, que eso son unos polvorones. Pues no me acuerdo como se llama, se siente. (Sí que me acuerdo, pero no estoy por la labor de hacer publicidad gratis). Bueno, pues si en la cervecería donde un servidor se expansiona, un camarero oye lo de la Tierra y el viento de Zapatero, inmediatamente abandona lo que está haciendo y se mete a monje budista. Porque se trata de camareros muy susceptibles. Se lo he dicho cientos de veces a su dueño el Arturo: “Deja de contratar camareros tan susceptibles, caramba”. Pero no hay manera. Las camareras, sin embargo, en vez de susceptibles están buenas. E incluso muy buenas. Una barbaridad y todo.
–¡Machista!
Miscelánea. Grandes tragedias de la Humanidad: Ir a exonerar el vientre, a cagar vaya, y al finalizar la faena darse uno cuenta de que no hay papel higiénico en el rollo… Bueno, sí, vale, no se trata de una gran tragedia, las hay peores. Tal el caso de que no tenga usted tampoco retrete ni perrito que le ladre. Y voy a dejar esto ya, porque… Porque sí, hala, por eso mismo. A no ser que quieran ustedes que les cante algo… No, ya veo que no son nada partidarios. ¡Pero dejen esa piedra quieta, coñe, que uno no es de piedra!
