Girona y Las Palmas disputaron un entretenido partido en Montilivi y que acabó con reparto de puntos (1-1). Los locales sufren un frenazo en sus opciones de seguir en la pugna por meterse en los play-off de ascenso, mientras que los amarillos prosiguen su escalada y ya dejan a una distancia considerable la zona de descenso a Segunda División B.
La primera parte comenzó loca por parte de ambos equipos, sobre todo en la zona defensiva, con despistes evidentes. El primero en meter la gamba fue la UD Las Palmas. Barbosa, en una acción sin problemas, se complicó la vida en Montilivi, al aguantar mucho el balón a la hora de despejarlo y cuando quiso golpearlo con el pie desde al frontal de su área llegó Roberto Peragón para taponarlo y el rechace, que ya se colaba en la meta amarilla, lo remachó el propio delantero madrileño del Girona.
Sin embargo, poco duraría la alegría en la casa catalana. Nada más sacar de centro, Javi Guerrero cae en el área del Girona y el árbitro madrileño Del Cerro Grande no lo duda y señala el punto de penalti a favor de Las Palmas. La pena máxima la ejecutó Jorge Larena para poner las tablas en el marcador.
A partir de ahí, múltiples oportunidades para unos y otros en lo que restaba de primer tiempo, aunque los dos porteros, Barbosa y Santamaría, se mostraron como auténticos valladares.
La segunda mitad no tuvo tanta intensidad, aunque si alguien pudo haberse llevados los tres puntos sobre el terreno de juego ese fue el conjunto canario. Los amarillos, con Pedro Vega en punta, pusieron en aprietos a los locales, que además se quedaron con un jugador menos por expulsión. De nuevo Santamaría, un ex de los visitantes, se convirtió en el salvador de los gerundenses. Al final, un empate que deja con mal sabor de boca a los de Montilivi y mejores perspectivas de futuro para una UD que un mes ha pasado de coquetear a fondo con la zona baja a mirar a escenarios más tranquilos.
