¿Estamos infoxicados? Es posible. Sólo de esta manera se puede entender que dos adolescentes confudiesen el pasado lunes a Mariano Rajoy con José Luis Rodríguez Zapatero. No es que sólo ambos se parezcan como un huevo a una castaña, sino que debieran ser suficientemente conocidos para jóvenes que en dos o tres años tendrán en sus manos la responsabilidad democrática de elegir a sus representantes políticos.
Otra cosa es que las nuevas generaciones se centren en ver sólo esos programas de telebasura y cuando entre medias de esos espacios están los informativos, no sepan discernir entre el rostro del líder del PP y el del PSOE. Quizá ya sea una cuestión formativa.